Desperté en una cama, con la cabeza doliéndome como si hubiera estado dando vueltas en una montaña rusa. Una música bastante molesta sonaba desde unas bocinas en el techo, repitiendo una melodía tan pegajosa que casi me hacía querer arrancarme los oídos. No sabía si estaba soñando o si de verdad había llegado a un lugar extraño, pero mi instinto me decía que lo último era más probable. Abrí los ojos despacio, sintiendo que mi mente todavía no terminaba de procesar todo lo que estaba pasando. Todo se veía borroso al principio, pero cuando la luz fría de las bombillas empezó a reflejarse en las paredes blancas, pude empezar a distinguir mejor mi alrededor. Estaba en una cama, en un cuarto lleno de más camas, todas ocupadas por personas que, como yo, parecían estar completamente perdidas. Unas se levantaban lentamente, otras se quedaban mirando a su alrededor como si intentaran recordar qué demonios había pasado antes de llegar allí. El miedo me dio una punzada al darme cuenta de que no recordaba nada. Fue entonces cuando me topé con la mirada de un chico que estaba justo al lado mío. Tenía el pelo morado, corto y algo desordenado, y me miraba fijamente como si fuera la cosa más normal del mundo. Parecía igual de confundido que yo, pero no lo dejaba ver. Su cara era una mezcla rara entre curiosidad y algo que no me terminaba de gustar, y antes de que pudiera reaccionar, sonrió, aunque no era una sonrisa amigable, más bien como una de deseo.
—"Hola preciosa ¿P-p-porque tan solita?" Dijo con una voz que sonaba muy molesta pero con algo de ritmo, seguido de un intento de rap que era tan desafortunado que me hizo casi reír. Casi.
—"¿Qué quieres?" Mi voz sonó más fría de lo que pretendía, pero no me importaba, este chico era raro.
—"Mi nombre es T-T-Thanos, soy el rey de este juego, con mi estilo y mi flow, te dejo sin aliento y me apego, no te hablo de vanidad, solo de lo que quiero, quiero que seas mía, joyita, ven y dilo en serio."
El tono de su voz era un intento lamentable de seducir combinado con rap, pero me provocó más repulsión que otra cosa.
—"Ugh, qué asco. Ni lo intentes, no estoy interesada." No me importaba cuán coqueto o confiado fuera, el asco no me lo quitaba nadie.
—"Wow, así que difícil ¿eh? De esas me gustan más."
Su tono ahora era arrogante e inmaduro, como si todo fuera un juego para él.
—"Wtf."
Lo dije en voz baja, más para mí misma que para él, mientras me levantaba de la cama.
Al observar mi entorno, noté que todos los demás también se encontraban en la misma situación. De repente, sentí el roce de mi uniforme, que me parecía extraño y, a decir verdad, incómodo. Estaba usando un conjunto verde: una camisa con un número en grande, el 003, y unos pantalones deportivos con sudadera que también tenían el mismo número, pero en pequeño, igualmente ese color feo de verde. ¿Qué clase de lugar era este? ¿Por qué todos usábamos lo mismo? Pero no tenía tiempo para procesar nada más, ya que las puertas metálicas se abrieron de golpe, y una serie de guardias entraron, vestidos con un uniforme rosa mexicano, o algo muy parecido. Llevaban máscaras negras con símbolos extraños.
El que estaba al frente llevaba un cuadrado en la máscara, mientras que los otros tenían círculos. El de la máscara cuadrada se adelantó y comenzó a hablar con la calma que desearía tener ahora mismo.
—"Les quiero dar la bienvenida, todos los que se encuentran aquí se inscribieron para jugar por 6 días, 6 juegos. Los que ganen los 6 recibirán un gran premio en efectivo."
Una de las mujeres, visiblemente enojada y aterrada, levantó la voz.
—"Disculpe, dijo que jugaríamos juegos, pero prácticamente nos secuestraron. ¿Cómo puedo creerle?" Su voz temblaba, pero estaba clara y decidida.
—"Por favor, les pedimos que entiendan que fue realizado para conservar la confidencialidad del juego." Dijo el guardia, su respuesta fue fría, distante, como si se estuviera preparando para cualquier otra queja.
—"¿Y qué hay de las máscaras? ¿Tu cara también es un secreto?" Dijo otra mujer. Pude ver cómo los demás empezaban a murmurar entre ellos, incómodos por la falta de respuestas.
—"¿Por qué esconden sus caras? ¿Acaso este es un lugar de apuestas clandestinas?" mencionó un hombre.
—"Y si lo fuera, en esos lugares no cubren sus caras."
—"Para asegurar un juego limpio y confidencialidad, nuestra política dice que no podemos revelar información ni mostrar las caras del staff. Les pedimos que entiendan."
—"¿Me quitaron la ropa y me pusieron esto?" Menciono una chica, era bonita sí. Pero su tono grosero le restaba puntos. Thanos, por alguna razón, no podía quedarse callado. Lo había conocido hace unos pocos minutos y ya me estaba hartando su presencia.
—"¿Qué hay con estos zapatos? Los míos son una maldita edición limitada. Son difíciles de encontrar. ¿Los van a reemplazar si los arruinan?" Su ego era tan grande que estaba 100% segura de que era más grande que su cerebro, y que su pito también.
—"No me queda y el color es horrible. ¿No puedo tener los que ustedes tienen? El rosa me va mejor." Hablo de nuevo la chica. Parecía tan arrogante con sus quejas POR LA ROPA, y no por el hecho de que básicamente nos acababan de secuestrar.
—"Me temo que no es posible. Tienen que estar en sus uniformes para jugar los juegos."
La gente murmuraba entre sí, sin saber qué hacer.
—"¿Y mi celular? Se llevaron mi cartera y celular. Devuélvanlo, por favor."
Pude escuchar su tono grosero, otro igualito al pelos de escoba. Sin una pizca de educación.
—"Sus pertenencias están a salvo. Se les entregarán al término de los juegos."
—"Bueno, al menos denme mi celular. Debo checar el mercado de crypto. Si pierdo dinero, ¿me compensarán?" La desesperación por un celular me pareció casi cómica en ese momento, dado el supuesto secuestro en el que estábamos.
—"Repito, los regresaremos al término de los juegos." Era como si nada de lo que decían tuviera sentido para él. Seguramente pensaba que los jóvenes de ahora estábamos fritos de la cabeza o algo; y no lo juzgo, pensaría lo mismo con las quejas tan estúpidas que le daban.
—"¡Necesito monitorear precios en tiempo real! ¿Sabe lo mucho que he invertido?"
—"Jugador 333, Lee Myung-Gi."
De repente, las luces se apagaron, encima de la puerta se proyecta un vídeo de dicho chico, siendo abofeteado por el señor del Ddakji.
—"Edad, 30. Solía tener un canal de Youtube llamado MG Coin. Convenció a sus suscriptores para invertir en una nueva crypto moneda llamada Dalmatian, provocando perdidas de 15.2 billones de wones. Desapareció de redes después de lo sucedido. Eres buscado por fraude y violación de Telecom y Leyes de Inversión y Financiamiento. Deuda actual: 1.8 billones de wones."
Uno a uno, comenzaron a mostrarse los perfiles de algunos jugadores, mostrando sus deudas, su historia, y la razón por la cual estaban ahí. El ambiente se volvió aún más tenso cuando el cuadrado continuó enumerando las acusaciones de cada persona.
"Jugadora 196, Kang Mi-Na, deuda actual: 45 millones de wones."
"Jugadora 120, Cho Hyun-Ju, deuda actual: 330 millones de wones."
"Jugador 230, Choi Su-Bong, deuda actual: 1.19 billones de wones."
"Jugador 198, Jan Do-Yeong, deuda actual: 1.4 billones de wones."
"Jugador 226, Kim Yeong-San, deuda actual: 1.9 millones de wones."
"Jugador 444, Kim Nam-Du, deuda actual: 2.02 billones de wones."
"Jugador 343, Sim Jae-Seok 2.89 billones de wones"
"Jugadora 006, Park Mi-Hwa, deuda actual: 3.1 billones de wones."
"Jugador 100, I'm Jeong-Dae, deuda actual: 10 billones de wones"
—"Todos en este cuarto tienen deudas exorbitantes. Están al borde del precipicio. Cuando nos acercamos por primera vez, no nos creyeron. Pero como saben, jugaron el juego y les dimos dinero como prometido. Y como confiaron en nosotros y aceptaron participar de pura voluntad propia, tienen un último chance para decidir."
El video de cada persona fue acompañado por un sonido que resonaba por la sala, un recordatorio del peligro en el que nos encontrábamos. Todos estábamos ahí por diferentes razones, pero el denominador común era la desesperación, la necesidad de salir adelante, y la falta de dinero. Que aunque duele admitirlo, mueve todo.
Una alcancía dorada, en forma de cerdito, apareció de repente suspendida desde el techo, bajando lentamente. La imagen era surreal. La gente comenzó a reaccionar de distintas maneras, algunos ansiosos, otros en completo silencio.
—"El premio final al término de los juegos es de 45.6 billones de wones en total. Les daremos los detalles de la distribución del dinero al final del primer juego. Al final de cada juego podrán decidir si quieren abandonar con el premio acumulado hasta el momento o jugar otro juego."
Las palabras se fueron repitiendo como un eco, y aunque algunos se veían escépticos, otros parecían aceptar la propuesta de manera inmediata. Todos queríamos salir de ahí con algo. Si no fuera por el dinero ¿Por qué estaríamos ahí?
Unos minutos después, nos formaron en filas para firmar los términos y condiciones, un último formalismo antes de entrar a estos extraños juegos. Me forme y el rarito del rapero, Thanos, me seguía para todos lados. Una molestia enserio.
—"Porque no me das una oportunidad preciosa, prometo que Thanos te protegerá."
—"Ya dije que no, gracias."
—"Vamos preciosa, muchas desearían estar en tu lugar."
—"No es no. Ahora déjame."
—"Vamos muñeca, yo sé que quie-"
Alguien detrás nuestro lo interrumpió.
—"Hermano, ya te dijo que no. Déjala."
Era un chico, alto y musculoso, con una presencia que no pasaba desapercibida. Se le veía un poco un tatuaje en uno de sus brazos, ligeramente tapado por la camisa que llevaba puesta. Su cabello era largo para un hombre, lo que le daba un aire desenfadado y atractivo. Estaba peinado en un "man-bun", pero algunos mechones rebeldes caían suavemente sobre su frente, dándole un toque despreocupado. Con una actitud decidida, se acercó y le tocó el hombro a Thanos, o como había dicho que se llamaba, apretándolo con fuerza. El contacto fue repentino, y Thanos se volteó, visiblemente molesto, frunciendo el ceño
—"¿Tu que te metes animal? Es problema mío y de ella."
—"Ya te dijo que no, como quieres entender."
—"¿Y que me vas a hacer? ¿Solo amenazarme? Cobarde."
—"No recurriré a la violencia con alguien tan patético como tú qué no sabe respetar a una mujer cuando le dice una palabra tan básica como un no."
—"Eso me suena a que eres un cobarde, vamos pégame. Inténtalo."
Agarre de la muñeca a Thanos y se la torcí con toda la fuerza que pude. Gimió de dolor y se agarro la muñeca con la otra mano disponible.
—"Haber, el único animal que hay aquí eres tú. Si te dije que no, es no. Y si el ya te dijo que me dejes en paz, me dejas en paz. Y no andes buscando peleas, es el primer día. Para el sexto no saldrás vivo. Eres un pesado."
Le solté la muñeca.
—"Esta perra."
Me agarró la muñeca a mi y ya me iba a dar una cachetada cuando el chico lo agarro.
—"¿Pegarle a una mujer, es enserio? Muévete de aquí antes de que te rompa la carota de un golpe."
Thanos chisteo y se movió a otra fila, metiéndose a la mitad mientras amenazaba a una mujer de que si no lo dejaba colarse, no la contaba. Que miedo me da enserio.
—"Oye muchas gracias por meterte y defenderme, no me dejaba en paz ni un segundo."
—"No hay de que, no soporto ver hombres faltando el respeto a una mujer. ¿Estás bien?"
—"Si, no me hizo nada. Solo... gracias de nuevo."
El chico y yo seguimos platicando hasta que tocó mi turno de firmar, necesitaba el dinero así que me dirigí a la mesa, firmé y regresé a una cama vacía. Sin querer, perdí de vista al chico que me había defendido antes. A pesar de que solo habíamos intercambiado unas palabras, había algo en él que me decía que no era solo otro hombre cualquiera. Tenía algo más, algo que lo hacía diferente.
Una hora después de que terminarán todos de firmar, nos pidieron que nos dirigiéramos al juego no sin antes pasar a tomarnos unas fotos de identificación. Mientras esperaba mi turno para tomármela vi que Thanos tenía gente alrededor. E invitaba a la chica bonita a unírsele. Esta lo ignoro y paso a hacerse la foto. Bien por ella, creo que la juzgué mal.
Me tomé la foto y poco después, nos dirigimos al primer juego. Entramos y había una cancha gigante como de tierra, al fondo había dos empleados enmascarados y a su lado, una muñeca de un tamaño exorbitante. Me inquiete un poco al verla. Por las bocinas sonó un anuncio.
—"Bienvenidos al primer juego, luz roja, luz verde. Tendrán que moverse cuando la muñeca diga, luz verde. En el momento que diga luz roja tendrán que detenerse, en el momento que los detecte, serán eliminados."
Me puse en la línea con todos los demás, cuando un hombre camino hacia enfrente y grito como loco.
—"¡Todos, presten atención! ¡Esto no es solo un juego, si pierden, los mataran!"
Todos empezamos a murmurar, ¿estaba drogado o borracho?
—"¡Si los ve moviéndose, los matarán! ¡Les dispararán de algún lado! ¡Los ojos de la muñeca, son detectores de movimiento, necesitan creerme!"
Después de que terminara de decir todo esto, la muñeca se giro lentamente.
—"¡No se alarmen o entren en pánico! ¡No importa lo que pasé no entren en pánico y no empiecen a correr!"
—"Que el juego comience." Anunció la bocina.
La muñeca empezó a cantar y todos nos movimos.
—"¡ALTO!
Nadie se movió.
La muñeca empezó su canto otra vez, el señor seguía gritando que nos detuviéramos en el momento que la muñeca giraba la cabeza. Logré pasar a su lado y vi su número, 456. La muñeca seguía cantando, nadie era eliminado todavía. Pero los gritos del jugador 456 me espantaban. En un momento estuve a punto de moverme pero la muñeca se giro en el momento preciso. Finalmente después de varios cantos, se escucharon los gritos de mujer y un disparo, mis ojos se movieron a la dirección del sonido. Fue la chica de bonita y se encontraba al lado de Thanos, la chica cayó al suelo repentinamente. La cara de Thanos fue salpicada por.. ¿sangre?..
El jugador 456 continuo gritando que nadie se moviera, pero fue inevitable. El caos se apoderó de la gente y empezaron a correr. Los sonidos de disparos no paraban, la gente cayendo al suelo con un golpe frío. El señor nos gritaba que no nos moviéramos por lo que más fuera. Finalmente se escuchó un último disparo y la PA volvió a hablar.
—"Repito. Pueden moverse cuando la muñeca cante luz verde. Si sus movimientos son detectados después serán, eliminados.
La muñeca canto una vez más, pero nadie, absolutamente nadie se movió. Todos estábamos lo suficientemente en shock como para movernos.
—"¡Si no llegan a la línea de meta después de los cinco minutos, serán eliminados igualmente! ¡Esa muñeca es un detector de movimiento, pero no puede detectarlo si no lo ve! ¡Pónganse detrás de alguien más alto que ustedes, como si jugarán a sigue al líder!" El 456 había puesto su mano detrás de él, moviéndola para que nos diéramos cuenta que lo que decía era verdad.
Eso hicimos, nos pusimos detrás de la persona más alta cercana y poco a poco nos quedaba más cerca la línea de meta. Logré ver al chico que me defendió un poco más adelante. Estaba detrás de alguien más, temblando. Lo entiendo, yo también tengo miedo. Miedo de no salir viva de aquí. En cuanto la muñeca canto intente adelantarme para quedar detrás suyo pero no pude.
Poco después vi a Thanos, justo enfrente suyo se cayeron 3 personas y fueron eliminadas. Maldito animal, vi claramente como las empujó.
La gente seguía muriendo, pero muchos de nosotros ya estábamos cerca de la línea de meta. En un momento ya quedaba a menos de 10 pasos, corrí como pude y logré pasarla. Me fijé a mis alrededores y vi que el chico de antes había cruzado sano y salvo. Me alegró de verdad de verlo vivo. El 456 y otra chica ayudaron a un señor a cruzar la línea de meta, pero fue en vano. Porque una vez cruzando le dispararon en la cabeza.
Así vimos cómo el techo se cerraba lentamente, como si estuviera descendiendo sobre nosotros. En la cancha de tierra, los cuerpos sin vida quedaron esparcidos por todas partes, cada uno en diferentes posiciones, reflejando la violencia de lo ocurrido. La sangre, oscura y abundante, manchaba el suelo, formando manchas que se extendían y se entrelazaban, creando un paisaje desgarrador, el solo pensar en que todas esas personas tenían familia me revolvía el estomago. El silencio que seguía era abrumador, interrumpido solo por el olor metálico de la sangre que abundaba en el lugar. La escena era impactante, un recordatorio de la brutalidad del momento, dejando una huella imborrable en nuestra memoria.
You are reading the story above: TeenFic.Net