22

Background color
Font
Font size
Line height

Lo que soy capaz de hacer por ti.

───

Aliana Johnson

Observe la Iglesia repleta de los residentes de Alexandria, mientras que la luz del sol entraba de forma iluminada por las ventanas, alumbrando todo. Me fui acomodando aĂșn lado de Maggie y Glenn, quienes no tardaron en sentarse adelante mientras que Rick Grimes se mantenĂ­a adelante, estaba parado en la tarima con JesĂșs quien estaba sentado en esa misma. Los murmuras no se dejaban de escuchar, pues este desconocido habĂ­a sido encontrado ayer y hoy fue acompañado por mi grupo ante su comunidad. No sabia que era lo que habĂ­a pasado realmente, pues me habĂ­a despertado hace poco, no habĂ­a descansado absolutamente nada. Me removĂ­ de la banca de la Iglesia varias veces, observando cĂłmo en una de las bancas estaba sentado Carl junto a Michonne, observĂ© cĂłmo ambos sonreĂ­an y parecĂ­an mantener una charla, no tarde en sonreĂ­r ante eso.

Observe en cĂłmo estĂ© aĂșn no habĂ­a captado mi presencia, pero ver a Carl sonreĂ­r era algo extraordinario, pues Ă©l era un niño muy reservado y no solĂ­a parecer un buen humor todo el tiempo; tenĂ­a parecido con Daryl Dixon. El hombre estaba en la banca detrĂĄs de la mĂ­a, sentado junto a mi hermana con quien parecĂ­a tiene una charla sobre la situaciĂłn que aĂșn no entendĂ­a. Ambos tenĂ­an la mano entrelazada, eso me llenaba de una gran satisfacciĂłn, veĂ­a en los ojos verdosos de mi hermana aquel brillo de felicidad ante la mirada de Daryl puesta en ella. No podĂ­a entender este mundo tan cruel pero podĂ­a agradecer que el amor aĂșn flotaba en el aire y que nada parecĂ­a hacerlo desaparecer, hablaba de esto ya que otra pareja aĂșn no habĂ­a revelado su romance... Rick Grimes y Michonne. No tarde en llevar mi vista adelante ante el carraspeo de Rick para quĂ© todos hicieran silencio, sintiendo la mano de Maggie pasar por mis hombros para acercarme a ella, a lo que optĂ© por abrazarla y observar a Glenn hacerme una mueca de enojo, le saque la lengua.

—Los he reunido hoy aquĂ­ ya que debemos conversar sobre ciertas cosas que sucederĂĄn en el futuro.—fue lo primero que hablĂł Rick en voz alta para que todos los residentes pudieran escucharlo desde donde Ă©l estaba parado.

—A penas me levante vivo esta mañana y ya quieren hablar del futuro.—atrĂĄs de mi banca resonĂł la voz baja de Daryl, quien hablaba con ese toque de seriedad.

—A penas logras tocar el agua y aĂșn asĂ­ quieres que me levante cada mañana con ganas de vivir junto a ti.—logre escuchar la risa de Glenn ante la respuesta que le habĂ­a dado mi hermana atrĂĄs de nosotros, no tarde tambiĂ©n en sonreĂ­r.

—Natasha, silencio.—le pidió adelante Glenn con un toque de burla, amaba en la forma en la solíamos llevarnos con Glenn Rhee, se sentía paternal.

—Gracias por querer traer el circo a una Iglesia, no creo que a Ă©l Padre le agrade.—gire a mi izquierda, observando a Abraham con un palillo en la boca y uniĂ©ndose a nuestra conversaciĂłn, reĂ­.

—Podemos trabajar con los de Hilltop, Maggie hizo un buen trato.—la voz de Rick fue de un tono mĂĄs alto, pues asĂ­ todos harĂ­amos silencio y empezĂł a explicar lo que estaba sucediendo.—Tendremos huevos, mantequilla, vegetales frescos. Pero no lo estĂĄn dando por nada.—mire a mi lado como Maggie dirigiĂł su mirada hacia mi, pues ella habĂ­a llegado a un acuerdo con la nueva comunidad, le sonreĂ­.—Estos Salvadores, atacaron a Daryl, Abraham y Sasha en el camino. Ahora, tarde o temprano querrĂĄn encontrarnos y lo lograrĂĄn. AsĂ­ como los Lobos, los que nos atacaron la Ășltima vez lo hicieron, asĂ­ como JesĂșs lo hizo. MatarĂĄn a alguien de nosotros y luego tratarĂĄn de someternos a sus Ăłrdenes. No nos someteremos a sus Ăłrdenes, no tenemos mucha comida, ni mucho menos provisiones... perderemos.—empezaron los rumores ante la menciĂłn de que alguien morirĂ­a, incluso yo me sentĂ­ dudosa con esto que mi lĂ­der explicaba.—Haremos esto por los de Hilltop y asĂ­ es como mantendremos a Alexandria en pie. Esto debe ser una decisiĂłn de la comunidad, si alguien tiene una objeciĂłn lo harĂĄ ahora.—los murmullos empezaron, incluso atrĂĄs de mi Natasha explicaba que serĂ­a arriesgado, pensaba lo mismo.

—¿Están seguros sobre esto?—ante el silencio que provocó la voz de Morgan por su pregunta, opte por girarme y observar al viejo amigo de Rick Grimes parecer dudoso ante lo que Rick quería arriesgarse.—¿Sobre si podemos vencerles?—volvió a preguntar, observando a nuestro líder desde el banco de la Iglesia.

—Con todo lo que hemos logrado a esta hora, lo que nos ha sucedido para llegar aquí y lo que somos todos nosotros podremos.—le respondió Rick, dándole más razones de luchar que de echarnos para atrás.

—Entonces tendríamos que decirles, es una salida para ellos, para nosotros.—la tensión y el desacuerdo se hicieron notar, aunque simplemente Morgan quería una salida sin consecuencias, Rick se negó.

—No van escuchar, quieren pelear. Y los confrontaremos a ellos antes de que nos confronten a nosotros.—mi líder se expresó con intenciones de convencer q los residentes de pelear, mientras que Morgan se mantuvo en silencio y se sentó en la banca.—El grupo de expedición, nos reuniremos aquí en dos horas, los que quieran salir y ayudarnos, vengan en dos horas.—finalizó este.

Observe cómo Rick Grimes se bajo de la tarima, su semblante estaba molesto y incómodo, pues sabía que no le había agradado para nada la idea de Morgan en no querer luchar; de todas formas, no sabíamos a lo que nos enfrentåbamos. A mi lado Maggie y Glenn se levantaron de la banca, esperando a que yo lo hiciera, pues sabría que estos irían a la reunión y tenía intenciones de ir; aunque no debiera. Observe delante de mi también a Daryl agarrando a mi hermana de la mano, supuse también que estos dos irían para pelear en esta pequeña batalla y con mås razones deseaba ir. Cruce la mirada observando a ese apuesto chico cerca de mi, alto, con ese sombrero de alguacil y su cabello castaño ondulado estar tocando sus hombros. Sonreí, pues Carl había captado mi mirada y en la noche de ayer ambos habíamos disfrutado una bonita experiencia de la cual nos interrumpieron. Seguí caminando con intenciones de salir de la Iglesia, pues quería encontrarme con Rick Grimes, quien estaba afuera hablando con Carol, quien parecía también dispuesta a acompañarlo.

—Rick.—lo llame, observando sus ojos azules mirarme fijamente, mientras que Carol a su lado me sonrió, dándonos espacio y alejándose.

—¿Todo bien Aliana?—me pregunto, este se acercó a mi y colocó su mano en mi hombro, mientras que de reojo vi como Carl y Michonne salían de la Iglesia.

—Si, todo esta bien y sobre lo de ayer, realmente no sucedió absolutamente nada, sólo dormíamos.—dije antes de preguntarle lo que quería preguntarle, aunque este sonrió pícaro asintió ante mi honestidad.—Rick quiero salir, quiero ayudar.—pedí, observando como este me miro algo dudoso, pues pareció no agradarle lo que le pedí.

—Es muy arriesgado Aliana, no creo que Glenn y Maggie, mucho menos Natasha vayan a aceptarlo.—me explico, sabia que era asĂ­, pero querĂ­a ir. BufĂ©.

—Puedo convencerlos, sĂłlo dame el permiso de acompañarlos.—le insistĂ­, notando como Rick no querĂ­a que fuera, pero yo si querĂ­a ir y sabrĂ­a hacer las cosas bien.

—Aliana, no estoy dispuesto a perderte allĂĄ afuera, un pequeño error y todo puede acabarse en un segundo.—volvĂ­ a bufar, haciendo que este riera ante mi molestia.

—Rick, confĂ­a en mi, por favor.—le pedĂ­, mientras que estĂ© empezĂł a tener intenciones de caminar, sabĂ­a que debĂ­a estar ocupado.—Te pido que me dejes empezar a crecer con ustedes, no puedo defenderme y aprender a luchar vigilando cada mañana.—hable, molesta, realmente querĂ­a ayudar.

—No puedo arriesgarme a perderte.—susurro Ă©l como respuesta, en ese instante Carl habĂ­a pasado cerca de nuestro lado con intenciones de quedarse, este nos miro confuso, asĂ­ que tan solo baje la cabeza sabiendo que no podrĂ­a ir—Convence a tu hermana, al menos a Maggie y Glenn, asĂ­ vendrĂĄs con nosotros. —finalizĂł Rick la conversaciĂłn, a lo que rĂĄpidamente sonreĂ­ bastante emocionada.

—¿Convencer sobre que?—preguntĂł Carl, incluso sonriĂł ante mi rostro lleno de felicidad, no optĂ© en abrazarlo pero rĂĄpidamente me dirigĂ­ a sus labios dĂĄndole un gran beso, un hermoso beso...

—Ey tĂłrtolos, ya basta.—hablo Abraham riendo y tirĂĄndonos su cigarro, a lo que no tarde en sacarle el dedo del medio.—Me alegra saber que la familia se agranda... —susurro Abraham mientras se mantenĂ­a cerca de Glenn y de Maggie, todos estaban emocionados incluyĂ©ndome.

—AĂșn no puedo creer que Maggie vaya a tener un bebĂ©.—le dije a Carl, mientras que estĂ© sonriĂł y llevo su brazo a mi hombro, mientras que nos encaminamos a Maggie Greene.

‱ ‱ ‱

SentĂ­a mi respiraciĂłn agitada, incluso como mi pecho estaba inflado, era una sensaciĂłn de como mi corazĂłn querĂ­a salĂ­rseme por la boca. CorrĂ­a entre medio de la oscuridad mientras que aĂșn la alarma que los Salvadores habĂ­an encendido ante descubrir que irĂ­amos por ellos; sonaba en mis tĂ­mpanos. No habĂ­a sabido cĂłmo pude convencer a Natasha de ir, incluso no sĂ© cĂłmo Glenn y Maggie lo permitieron pero ahora comprendĂ­a las razones; querĂ­an protegerme. La oscuridad de la noche me invadĂ­a ante mi corrida, tenĂ­a el walkie-talkie en la mano y mi arma tambiĂ©n, no veĂ­a absolutamente nada pero sentĂ­ esas ansias de desmayarme. Mis ojos no habĂ­an podido ver mĂĄs claro a esa figura, porque donde sea que estuviera reconocerĂ­a esa presencia donde sea. Minutos antes de encontrarme en esta corrida en el bosque oscuro, Rick Grimes habĂ­a divido los grupos para el plan contra los salvadores, quienes se establecĂ­an en una casa de satĂ©lites; con rehenes que provenĂ­an de Hilltop, por esa razĂłn ayudĂĄbamos a la comunidad de JesĂșs.

Me habĂ­a tocado junto a Maggie y Carol, ambas mujeres que vigilarĂ­an Ă©l ĂĄrea este por si algunos llegaban a escaparse, habĂ­amos venido a matarlos a todos pero siempre habĂ­a algo que fallaba. Me encontraba en el bosque, corriendo y sintiendo mi aliento irse, incluso sentĂ­a mis piernas tambalear y no del miedo, quizĂĄs estaba tan nerviosa y tan cegada por lo que habĂ­a visto que quizĂĄs no me importĂł alejarme de Maggie Greene, quien ahora debĂ­a estar llena de desespero buscĂĄndome y sabĂ­a que habĂ­a echado todo a perder. Me detuve en seco en medio del bosque, entrando en algĂșn tipo de pĂĄnico mientras que apunte a direcciones opuestas, escuchaba pasos y la linterna se habĂ­a quedado con Maggie. El frĂ­o me erizaba la piel, incluso la coleta alta que me habĂ­a hecho se me empezaba a caer, quizĂĄs debĂ­ haberme quedado con Carl cuando me lo pidiĂł el dĂ­a de ayer, pero sentĂ­a necesidad de ayudar y creo que todo lo habĂ­a empeorado. 

—¿Nate?—pregunte con mi voz temblorosa, aquel nombre que habĂ­a salido de mi boca fue por la razĂłn de que jure haberlo visto a Ă©l corriendo luego de Rick atacara Ă©l ĂĄrea de satĂ©lites, podĂ­a jurar que era Ă©l; o me estaba volviendo loca.—¿Nathan?—pregunte nuevamente con su nombre completo ante el sonido de las hojas pisadas, sentĂ­a mis piernas tambalear.

—Michelle.—una voz femenina resonó en mis oídos, hasta que simplemente me sentí un terrible dolor en mi frente ante el tacto de algo pesado, había sido tanto que caí al suelo viendo todo nublado.

—¡DĂ©jala!—pude haber jurado escuchar la voz de Maggie y cuando intente aclarar mi vista habĂ­a sido testigo de como un hombre que no veĂ­a bien, la empujĂł cayendo a mi lado. Observando asĂ­ los ojos de Maggie mirarme, mientras que gotas de agua frĂ­a tocaban mi piel, llovĂ­a.

—Cierra la boca, no tengo paciencia para ninguno de ustedes.—estaba aĂșn en el suelo, mientras que las gotas de lluvia se volvĂ­an mĂĄs seguidas, mi vista se nublĂł aĂșn mĂĄs.—MaldiciĂłn, nadie responde en la lĂ­nea.—hablo la misma mujer delante de mi, mientras que veĂ­a su cabello teñido de un color rojizo, o veĂ­a mal.

—Son dos mujeres y una niña.—hablo una voz desconocida, mientras que sentĂ­ el tacto de mi arma aĂșn lado de mi. Me sentĂ­a mareada, pero dirigĂ­ mi arma al hombre que habĂ­a empujado a Maggie.

Mi vista se aclarĂł ante la linterna que estaba encendida en medio el bosque, mientras que el ruido de la alarma habĂ­a cesado. El hombre hablaba, pero era como si no escuchara lo que decĂ­a, asĂ­ que simplemente jale el gatillo molesta; pues Ă©l habĂ­a empujado a Maggie. Escuche su grito desgarrador, incluso escuchĂ© el sonido cuando cayĂł al suelo. Cuando intente levantarme viendo a Maggie a mi lado tirada, recibĂ­ otro gran golpe en mi cabeza, cayendo en el suelo y viendo todo nublado. No habĂ­a sabido cuanto rato habĂ­a pasado luego de eso, pero habĂ­a escuchado grito su voces distintas confundir mi cabeza. Me sentĂ­a mareada, teniendo en mi mente las imĂĄgenes de mi hermana acecharme por el bosque, juraba que era Ă©l y podĂ­a estar segura que mi instinto no me iba a defraudar. No sabĂ­a donde estaba o por quĂ© aĂșn no podĂ­a abrir los ojos, pero el dolor inmenso que mi cabeza tenĂ­a era horrible, aunque mis pĂĄrpados se veĂ­an pesados, podĂ­a descifrar que aĂșn era de dĂ­a. No sentĂ­a mis manos, ni siquiera mis piernas, era como si me hubiera ido y me hubiera dormido, pero podĂ­a sentir cada movimiento que se hacĂ­a a mi alrededor, absolutamente sentĂ­a todo.

Sentí mi cabeza querer explotar, de un momento a otro me encontraba siguiendo las reglas de Rick, el plan de él iba en marcha y de un instante, corría por el bosque oscuro persiguiendo una sombra del pasado. Nunca hubo una conclusión de que había sucedido realmente con Nate, aunque puedo asegurar que cada día que pasaba lo extrañaba demasiado, aunque nunca narraba el suceso de como fue su ausencia para mi y para Natasha, creo que ambas nos obligamos a vivir sin él aunque nos doliera en el alma. Sentí voces, voces que se escuchaban lejos y un sonido alertó mis tímpanos, un cierre de una puerta con brusquedad había sido lo que me alertó. Poco a poco sentía mis pårpados empezar a abrirse ante la pesadez, viendo así delante de mi a Carol tirada en el suelo con sus manos envueltas en una soga, igual que sus piernas. Yo estaba de igual forma, notando las sogas envuelta en mis tobillos para ni siquiera levantarme, observando mis manos atadas y como parecía tener un pañuelo cubriendo mi boca, no podía hablar. Mire a todos lados, era un lugar desconocido en donde nunca había estado e incluso mi corazón latió con fuerza y temor ante no tener la presencia de Maggie Greene.

HabĂ­a pensado en la castaña de ojos verdes, con la cual tenĂ­a un gran parecido, pues cualquiera dirĂ­a que somos madre e hija por la igualdad de fĂ­sico y pensamientos. Maggie estaba puesta en mi mente y lo Ășltimo que recuerdo fue haberla visto tirada en el suelo aĂșn lado de mi, incluso la defendĂ­ de un hombre dĂĄndole un buen disparo, aunque no sabĂ­a en donde le habĂ­a dado el disparo; sĂ© que lo habĂ­a herido. Estaba preocupada por ella, pues en la noche anterior cuando todo se planeĂł, Glenn me pidiĂł que aunque ella quisiera cuidarme a mi; yo la cuidara a ella. DirigĂ­ mi vista Carol y en cĂłmo estĂĄ aĂșn no se habĂ­a dado cuenta de mi presencia, observe en su cĂłmo parecĂ­a estar cortando la soga con un crucifijo. EmpecĂ© a removerme de mi lugar, sintiendo asĂ­ un dolor de cabeza invadirme y no tarde en sentir mi cuerpo deslizarse, perdĂ­ el control de Ă©l. CaĂ­ de lado, impactando un poco mi cabeza con el suelo y quedĂ© de lado, observando a Carol mirarme algo preocupada y cĂłmo estĂĄ al soltarse de las sogas fue directamente hacia mi, con rapidez. 

—EstĂĄs herida, no debimos haber permitido que vinieras.—me hablo ella rĂĄpidamente mientras que llevo sus manos a mis sogas y empezĂł a desamarrarlas, me sentĂ­a dĂ©bil.—Estas pĂĄlida, puedes volver a perder la conciencia en cualquier momento. AsĂ­ que escĂșcheme con atenciĂłn, hay tres mujeres aquĂ­, un hombre herido que tiene pocas probabilidades de vivir, asĂ­ que me seguirĂĄs y harĂĄs lo que te ordene.—susurro ella, asentĂ­, aunque empezaba a ver doble.

—Maggie...—susurre, mientras que Carol se esforzó en levantarme, caminando en cuclillas y en completo silencio, yendo hacia una puerta.—¿Donde está Maggie?—pregunte en un tono bajo, mientas que Carol me ayudaba a mantenerme de pie.

—Debe estar justamente allĂ­... —Carol señalĂł una puerta, la cual estaba media abierta, esta se adelantĂł, soltando mi cuerpo a lo que me obligue a caminar sola. Observando cĂłmo ella me hizo una señal y me fui acercando, asomĂĄndome a la puerta y viendo a Maggie amarrada de la misma forma en la que yo estaba junto a Carol, sentĂ­ tranquilidad cuando la vi sana y salva.—Debemos salir de aquĂ­, Aliana esta dĂ©bil, esta pĂĄlida.—dijo Carol, aunque Maggie pareciĂł no escucharla pues llevo sus brazos hacia mi, me abrazo con fuerza.

—Por eso no querĂ­a que vinieras...—me susurro, llevando sus labios hasta mi frente, mientras que me aferrĂ© a ella llena de temor ante que nos hicieran algo.

—Es el hombre, es Donnie, está muerto... debió haber sido por la herida, se desangró.—vi como Carol se asomó a otra puerta delante de ambas, mencionó a un hombre que no había escuchado, pero debía ser de los personajes que nos atraparon.

—Debemos salir de aquí, no harán el intercambio, Aliana puede quedar inconsciente la sangre sigue escurriendo.—Maggie se quedó observándome, igual que Carol, quien se deslizó a la habitación donde Maggie estaba, cogiendo unas sogas.—¿Que harás?—pregunto Maggie a mi lado mientras observe a Carol abrir la puerta, observando al hombre tirado en el suelo, desangrado.

—Le amarrare la soga en la cintura, la deslizĂł a la cerradura de la puerta y si alguien entra de seguro...—el hombre empezĂł hacer ruidos extraños, asĂ­ que vi como Carol se apresurĂł, amarrando todo y cerrando la puerta.—MĂ©tanse...—susurro Carol, mientras que pasos se escucharon y no tardamos en entrar a la habitaciĂłn donde Maggie estaba, me sentĂ­a llena de tensiĂłn y de preocupaciĂłn.

—La lĂ­nea del santuario parece estar muerta, cambio y fuera.—se escuchĂł una voz femenina desde afuera, mientras que observĂ© a Carol pasarle un arma a Maggie, igualmente a mi, eran nuestras armas.—¡Ah, no Donnie!—un desgarrador grito se escuchĂł en mis tĂ­mpanos, no tarde en observar en cĂłmo Carol me hizo una señal para que saliera y asĂ­ lo hice, encontrĂĄndome de frente con una mujer que parecĂ­a mayor con su brazo ensangrentado.—¡Maldita hija de puta!—me grito esta fuertemente, llevando sus brazos a mi chaqueta de cuero negra y empujĂĄndome con fuerza contra la pared, nuevamente me habĂ­a desvanecido.

Vi desde mi visualizaciĂłn como Maggie Greene la empujo al suelo con fuerza, aunque intente levantarme preferĂ­ quedarme allĂ­ transmitiendo en mi mente lo que mis ojos empezaban a ver. La arma que Carol le habĂ­a dado a Maggie habĂ­a sido la misma con la que Maggie atacĂł a la mujer mayor quien estaba mordida, Carol no tardĂł en rematar al caminante, mientras que estĂĄ al igual que yo... observamos con horror la accion de Maggie. La mujer que estaba delante de mi empezĂł a golpear con su arma la cabeza de la mujer quien gritaba aĂșn de horror, habiĂ©ndola callar por la simple razĂłn que Ă©l fuerte tacto del arma con su rostro, hizo que se llenara de sangre y lo desfigurara, Maggie la habĂ­a matado de una forma horrible y nunca pensĂ© que fuera capaz de hacer eso, si de matar, pero no de esa forma. Maggie girĂł su rostro, estaba lleno de sangre, aunque esta lo evadiĂł y no tardĂł en dirigirse hacia mi. Intente levantarme para que Maggie no tuviera que hacer fuerza, pero habĂ­a sido imposible.

Carol se quedó observando a la mujer con su rostro desfigurado, estaba muerta y no reviviría, Maggie la había explotado la cabeza de una forma asquerosa. Me levante un poco para no darle tanta fuerza a Maggie, podía jurar que me sentía débil y no tardó en levantarme para que allå no tuviera que hacer todo el trabajo. Los pasillos eran largos, larguísimos, así que las tres empezamos a caminar sumamente alertas y en

You are reading the story above: TeenFic.Net