El prĂłximo mundo.
âââ
La luz del cĂĄlido sol entraba por mi ventana, mientras que hacĂa un reflejo del espejo en el suelo. ObservĂ© en si mi gran vendaje blanco en la mitad de mi rostro, tapando asĂ la herida que habĂa provocada la bala que Ron soltĂł, habĂa perdido mi ojo. VeĂa una mitad oscura y aun no podĂa acostumbrarme a esto, juraba que incluso podrĂa morir a causa de no tener mi visualizaciĂłn absolutamente perfecta. ObservĂ© aĂșn lado del espejo, en la mesa de noche estaban mis cinturones con las armas y la navaja que solĂa siempre usar. No tarde en cogerlas y colocarlos en mi pantalĂłn, mientras que observĂ© los dos cuadros de fotos que habĂan en mi cuarto, dos fotografĂas en blanco y negro que habĂa tirado Aaron dĂas atrĂĄs en AlexandrĂa cuando habĂamos limpiado todo el desastre que los caminantes habĂan causado. ObservĂ© la primera fotografĂa, en donde salĂa yo sosteniendo a Judith acompañado de papĂĄ y Michonne, los cuarto sonrientes. Yendo a la prĂłxima y mi favorita, era Aliana encima de mi espalda sonriendo mientras que miraba a otro lado, aunque yo la observaba a ella. SonreĂ, cada mañana que veĂa esa foto no podĂa evitar sentir esas mariposas en mi estĂłmago.
Al pensar en ella en mi mente se transformaba en un caos pero era un caos hermoso, un caos de sentimientos que explotaban ante su mirada conectar con la mĂa. Deseaba que mamĂĄ la hubiese conocido, que viera lo hermosa que era y lo valiente que habĂa sido para llegar hasta acĂĄ. Me acerquĂ© a la ventana que me transmitĂa la luz del sol y me daba vista a la comunidad, el primer rostro que observĂ© provenĂa de Natasha, quien caminaba junto a Carol y Tara, las tres mujeres se veĂan cĂłmodas en una gran charla. Sin dejar atrĂĄs que se veĂa a Abraham y Sasha caminando con sus armas para su turno del medio dĂa en el puesto de vigilancia. Gire mi cuerpo con intenciones de salir de mi cuarto ante el llamado de mi papĂĄ, cerrĂ© la habitaciĂłn de mi cuarto sin antes golpear la pelota que tenĂa una vez mĂĄs al suelo, aunque me vi obligado a salir por el llamado de papĂĄ desde su habitaciĂłn. ObservĂ© a Michonneen toalla, estaba cubierta completamente y me observaba con una sonrisa. Me asomĂ© al cuarto de papĂĄ observando a Judith en el suelo, esta jugaba con unos vasos rojos plĂĄsticos provocando un ruido molestoso.
âNecesitas ir a cambiarte esa venda, tambiĂ©n necesito un poco de tu pasta dental.âme hablo ella al ponerme a su lado, asentĂ levemente ante su pedido dĂĄndole autorizaciĂłn.
âNo tardarĂ© en volver, Âżde acuerdo?âme dijo papĂĄ, este irĂa de expediciĂłn por unas horas junto a Daryl Dixon, quien estarĂa esperĂĄndolo ya. AsentĂ.
âMichonne cuidarĂĄ a Judith, yo me irĂ© con mi chica a dar un paseo por la comunidad.âdije esbozando una sonrisa, escuchando la negaciĂłn de Michonne mientras que decidĂ salir de inmediato antes de que me pidieran lo contrario.
ReĂ, pues Ășltimamente Michonne estaba siendo la encargada de cuidar a Judith, ya que solĂa irme a charlar con Aliana y darnos nuestros cortos besos, no habĂamos llegado aĂșn a segunda base; no querĂa llevar las cosas tan rĂĄpido. SalĂ de mi casa con prisa, pues sabrĂa que Enid y Aliana debieron haberse ido al bosque, pues un dĂa si y un dĂa; solĂamos ir al bosque para charlar de varias situaciones. DecidĂ correr un poco, observando algunos residentes de Alexandria, quienes me miraron con una sonrisa y incluso con un leve asentimiento ante darme paso. Logre ver en la entrada de los portones a Daryl, quien parecĂa mantener una conversaciĂłn con un toque de felicidad junto a su pareja, junto a Natasha. Pude observar en esos segundos a Daryl Dixon contemplar una sonrisa, pues lo menos que imagine era que este hombre supiera sonreĂr. DisminuĂ el paso, esa imagen se habĂa quedado en mi cabeza, no podĂa creer que Daryl habĂa sonreĂdo.
PodĂa decir que me alegraba suficiente por Ă©l, no habĂa visto a Daryl sonreĂr desde que lo conozco, era el hombre mĂĄs cortante y reservado del grupo, luego le seguĂa yo. ObservĂ© los muros de la comunidad delante de mi, estaba en la parte de atrĂĄs, por donde solĂamos pasarnos al otro lado sin que nadie nos viera y nos reprendiera, era una acciĂłn prohibida. Fui poco a poco escalando mientras que observĂ© varias veces el ambiente, no querĂa que nadie me observara aunque querĂa llegar rĂĄpido al bosque, papĂĄ podĂa verme en el camino. SabĂa que las chicas debĂan estar ya adelantadas, pues siempre solĂan encontrarse primero ya que sabĂan que debĂa encargarme de hacer algunas cosas para Judith. Ellas no tenĂan una relaciĂłn muy amistosa, ambas chicas eran conocidas y podĂan hablar teniendo una conversaciĂłn cĂłmoda, pero no se sentĂa ese brillo amistoso entre ambas, eran reservadas una a la otra. Mis pies chocaron con las hojas secas que provenĂan del bosque, emprendiendo camino y esperando encontrarme a las chicas con rapidez.
âÂĄBu!âme hice el impresionado ante el sonido alarmante que provocĂł mi novia, de hecho, ella aĂșn no lo era pero se sentĂa bien narrar esto como si lo fuera.
âSi ya, ya me desmayĂ© recĂłgeme del suelo.âdije, observando a Aliana poner en su rostro una fina lĂnea en su labio llena de seriedad, observando tambiĂ©n a Enid a su lado negar con una sonrisa.
âLlevamos rato esperĂĄndote.âdijo Enid, mientras que Aliana empezĂł a caminar delante de ambos, dirigiĂ©ndonos al bosque.
âLo siento papĂĄ me pide ayuda con Judith, aunque Ășltimamente dejo que Michonne pase tiempo con ella.âle comente a Enid, quien me asintiĂł.âEugene le comento la otra noche antes de cerrar el puesto de vigilancia que te vio salir, no quiere que lo hagamos.ârecorde ese dato, dejĂĄndoselo saber a Enid mientras que observĂ© a Aliana delante de nosotros callada y caminando.
âÂżPor quĂ© seguimos saliendo al bosque?âpregunto ella de la nada, observando nuestros alrededores, no supe que responder.
âNo lo se, es lo que hacemos; es lo que debemos hacer, son cosas de niños.ârespondĂ yo ante su pregunta, aunque ella simplemente pareciĂł estar seria. Mientras que seguimos avanzando.
âAĂșn hay caminantes en el ĂĄrea, ademĂĄs mi hermana me dijo que Daryl, Abraham y Natasha se cruzaron con un grupo extraño a las afueras de la comunidad el dĂa que volvimos, por eso no quieren que salgamos y estĂĄn teniendo vigĂa todo el dĂa.âcomentĂł a Aliana, ella girĂł, nos hablĂł a ambos pero ella me observĂł a mi... sonreĂ.âMe toca hacer guardia en la mañana con Abraham, es algo agotador pero nadie mĂĄs quiere aportar y pues Ă©l tambiĂ©n me comentĂł sobre la situaciĂłn.âvolviĂł a hablar, pero esta seguĂa caminando mientras que veĂa su coleta de caballo alta moverse por su andar. Se veĂa hermosa.
âEsperen... âsusurro Enid, mientras que fui disminuyendo su paso, encontrĂĄndose con un papel amarillo aĂșn lado del tronco de un ĂĄrbol.âEstĂĄ mojado.âdijo esta, dejĂĄndolo donde lo encontrĂł y observĂĄndonos.âBueno, olviden eso, volviendo al tema... Âżrealmente creen que es buena idea salir?âpregunto ella, me mantuve reservado, llegando al lugar donde solemos leer historietas y compartir, no tarde en sentarme en el suelo, observando a las chidas hacer lo mismo.
âHasta ahora no ha sucedido nada pero no parece seguro salir, no sabemos quiĂ©n nos puede acechar.âcomentĂł Aliana, observĂĄndome y estĂĄ de un instante a otro me sonriĂł, hice lo mismo, observando sus pecas.âMichonne y Spencer saldrĂan, me encontrĂ© a Spencer antes de salir, me dijo que la estaba esperando. SaldrĂa a revisar el perĂmetro.ânos contĂł ella, a lo que me interesĂł, porque sabĂa que si Michonne veĂa que estĂĄbamos aquĂ; nos reprenderĂa.
âCreo que es mejor que regresemos... âsusurre, notando como ellas asintieron, me levante observando asĂ como ellas se acomodaron.
ObservĂ© en cĂłmo Enid se adelantĂł el paso, mientras que me quedĂ© parado en mi lugar esperando a que Aliana se acomodara sus cosas. Esta se acercĂł a mi, me dio una cĂĄlida sonrisa y lleve mi mano a su espalda para que continuara su paso. Me quedĂ© observando su espalda, en cĂłmo esa camisa negra con mangas le quedaba corta, le dejaba ver cierta parte de su piel y incluso de su abdomen cuando estaba parada delante de mi. SonreĂ, pues Aliana tenĂa un estilo de ropa bastante perfecto para su cuerpo, esos mahones altos de esos colores azules marinos oscuros combinaban a la perfecciĂłn. Aliana tenĂa un gran estilo y en querer mantenerse casual y natural ante la adversidad de estos tiempos, pues la mayor parte del tiempo solĂa tener una coleta alta y si no su cabello suelto. Ella estaba delante de mi, caminando en silencio mientras que nuestros zapatos pisaban las hojas y ramas secas del suelo que provenĂan de los ĂĄrboles. Intentaba observar el bosque pero era imposible, no entendĂa el por quĂ© cada dĂa tenĂa que tomarme unos minutos para pensar en lo increĂble que era Aliana, en que realmente estaba enamorado... aunque todo siempre se detiene, pues unos gruñidos nos alertaron.
âMierda... âsusurro Aliana, deteniĂ©ndose a mi lado, Enid tambiĂ©n se detuvo.âCarl.âme llamo esta, aunque era un solo caminante sabĂamos que Michonne y Spencer estaban afuera, no podĂamos atrasarnos.
âMichonne y Spencer estĂĄn aquĂ afuera, no dejarĂ© el caminante por aquĂ.âcomente, sacando asĂ mi navaja, silbando para llamar la atenciĂłn del caminante.âLo matamos y lo movemos, si ellos ven al caminante muerto sabrĂĄn que alguien saliĂł o pensarĂĄn que alguien estĂĄ rondando la comunidad.âexplique, ya que no querĂa problemas con Michonne, hasta que otro problema se infiltrĂł cuando el caminante dio vuelta ante mi llamado.
âNo... âsusurro Enid, su tono de voz causĂł pena, eso fue lo que sentĂ al observar el rojizo cabello del caminante; era Deanna Monroe. SentĂ ese apretĂłn en el pecho, y no tarde en dirigir mis pensamientos en su Ășnico hijo vivo quien seguramente estaba acĂĄ buscĂĄndola.
âMaldita sea... âsusurre y no tarde en hacer ruido para que siguiera viniendo hasta acĂĄ.âVen, vamos.âempecĂ© a llamar al caminante que era antes la lĂder de Alexandria, mientras que observĂ© en cĂłmo Aliana me observo confundida.
âÂżQuĂ© estĂĄs haciendo?âme pregunto Enid, mientras que empecĂ© a ver cĂłmo Deanna empezaba a acercarse a nosotros, gruñĂa.âÂżQuĂ© estĂĄs haciendo?âvolviĂł a preguntarme Enid entre dientes, parecĂa molesta por haberla ignorado.
âVayan a casa.âdije, concentrado en que el caminante siguiese mis pasos, debĂa encontrarme con Michonne y Spencer, para que la vieran.
âCarl... âAliana tocĂł mi hombro con su suavidad, a lo que me girĂ© brusco pues querĂa que se fueran, mientras que ella me observo algo confundida y incluso ofendida ante mi actitud.
âDeberĂamos matarla.âdijo Enid, mientras que observĂ© en cĂłmo sacĂł su navaja de su cinturĂłn, a lo que neguĂ© totalmente frustrado y cogĂ su brazo con brusquedad, notando como Aliana se incomodĂł pues note su mirada fulminante en mi.
âÂĄNo van a matarla!âle grite, mientras que sostenĂa su brazo, pues hable en plural al observar a Aliana llevar su mano a su navaja.
âSuĂ©ltame, Carl.âme dijo ella, a lo que observĂ© de reojo con el Ășnico ojo que podĂa observar como el caminante se acercĂł a Aliana, notando cĂłmo estĂĄ dio un leve grito.
âÂĄMierda!âgritĂł ante el tacto de Deanna en ella, pues al parecer querĂa seguir mis Ăłrdenes en no matarla y me vi obligado a protegerla, con rapidez empuje a Aliana con brusquedad para que el caminante no la mordiera, empujando tambiĂ©n el caminante al suelo con mi hombro.
âÂżQuĂ© rayos pasa contigo?âpregunto Enid, girĂ© mi rostro y observĂ© a Aliana levantarse del suelo, estaba llena de seriedad pero la actitud de Enid me sofocaba mĂĄs.
âNo van a entender.âsusurre, observando a Aliana mirarme llena de confusiĂłn y como pareciĂł querer quedarse, hasta que volvĂ a hablar.âVĂĄyanse, intentarĂ© llevarla hasta Spencer y Michonne, vĂĄyanse.âfue lo ultimo que les dije mientras que decidĂ silbar para que el caminante empezara a seguirme, observando cĂłmo estĂĄs me dieron la espalda y se fueron.
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âSi, esa es la estrella norte... âsusurre, mientras que mis manos aguantaban a mi hermana quien estaba sentada en mi falda observando el anochecer conmigo, las estrellas estaban espectaculares.âSi algĂșn dĂa te pierdes en la noche, sigue esa estrella.
âAquĂ estĂĄs.âobservĂ© en cĂłmo Michonne subĂa los escalones hacia el balcĂłn, mientras que me mantuve sentado con Judith en mi falda.âÂżTuviste un buen dĂa?âme pregunto ella, a lo que pensĂ© en lo que se referĂa, pues me enfoquĂ© en la tarde en llevar a Deanna hacia Spencer; lo habĂa logrado.
âSupongo que si.ârespondĂ observĂĄndola, a lo que escuche el balbuceo de Judith y no tarde en levantarme, ella tenĂa sueño.âLa llevarĂ© adentro.âle comente a Michonne mientras que me levante de la silla, acomodando a Judith en mis brazos para que no se me cayera.
âCarl.âal darle la espalda, ella no tardĂł en llamadme para que la atendiera.âObservĂ© lo que hiciste, con Deanna.âdijo, lo que hizo que me girara y la observara, note su mirada puesta en mi y sabĂa que estaba algo molesta con eso.âPudiste dejarla o matarla.âme aconsejo, aunque rĂĄpidamente neguĂ©.
âNo, eso es estĂșpido.âle respondĂ, observando en cĂłmo ella aĂșn estaba confundida ante mi acto, ante la accion que cometĂ hoy.
âEstĂșpido es haber salido cuando no debes hacerlo, arriesgando la vida de Enid o de Aliana, en especial de Aliana y sabes que Maggie junto a Glenn la reprendieron, Natasha tambiĂ©n lo hizo. Puede sucederle algo allĂĄ afuera.âdijo, no tarde en bufar, pues lo menos que querĂa es que Aliana fuese regañada, aunque yo tambiĂ©n lo estaba siendo ahora.
âTĂș tambiĂ©n haces lo mismo, tĂș y Spencer se suponen que no hubieran salido y aĂșn asĂ lo hacen.âme defendĂ rĂĄpidamente, mientras que alce un poco a Judith al sentir como se resbalo por mis brazos.
âEs diferente.âme dijo ella, llevĂĄndome la contraria y realmente sentĂa esto lleno de incomodidad, estĂĄbamos en desacuerdo.
âNo lo es y no la iba a dejar allĂĄ afuera de esa manera, no la hubieras dejado tampoco. No lo hubieras hecho, lo sĂ©.âhablĂ© en voz alta, pues estaba un poco alterado ante ella no poder entenderme.âNo podĂa matarla.âconfesĂ©, observando asĂ con la poca luz de los postes de Alexandria y con la poca iluminaciĂłn de la luna a Aliana Johnson caminar hacia acĂĄ.
âÂżPor quĂ© no?âpregunto Michonne, ella aĂșn estaba confundida sin entender absolutamente nada de lo que estaba pasĂĄndome.
âPorque debĂa ser alguien que la amarĂĄ, alguien de su familia, lo hice por ti.âle dije, viendo cĂłmo ella logrĂł entenderme, sĂ© que si ella morirĂa o se convirtiera, desearĂa que yo la matara.âLo harĂa por ti... âsusurre, observando a Aliana subir los escalones con lentitud, mientras que Michonne con una sonrisa se acercĂł a mi, acorralĂĄndome en sus brazos.
âCreo que se me hace costumbre dañar momentos familiares o romĂĄnticos.âobservĂ© cĂłmo ella se detuvo a mirarnos, pues no tarde en sonreĂr esta chica se veĂa hermosa.âSi, creo que dañe un incĂłmodo encuentro sexual entre Daryl y Natasha hace unos momentos, por eso me dirigĂ para acĂĄ.ârĂo ella, haciendo que Michonne y yo nos soltĂĄramos del abrazo, sonriendo.
âMucha informaciĂłn Aliana.âle dijo Michonne, acercĂĄndose a ella y acariciando su rostro.âEres una niña preciosa.âle halagĂł Michonne, provocando un sonrojo en Aliana quien mirĂł hacia abajo.âIrĂ© a buscar a Rick, entren, cuiden a la niña o acuĂ©stenla.ânos pidiĂł Michonne, bajando los escalones del balcĂłn mientras que le hice una señal a Aliana para que entrara.
âLamentĂł si te regañaron por lo de hoy, no querĂa esoâme disculpe, mientras que entrĂ© a la casa y observĂ© cĂłmo Aliana subĂa las escaleras para la segunda planta, la seguĂ.
âSabes me sorprendiĂł que ellos se preocuparan por mi, me hace sentir como si les perteneciera, y eso se siente bien.âme comentĂł, mientras que ella abriĂł la puerta del cuarto de Judith, dejĂĄndome entrar.âA veces ellos necesitan mostrarnos el camino, aunque no todo el tiempo.âhablo, ella se quedĂł en la puerta y observo cĂłmo recostĂ© a Judith.
Le di un tierno beso a mi hermana en su frente, mientras que esta ya tenĂa sus ojos cerrados, no tarde en ponerle una cobija de color lila que Natasha habĂa encontrado. Arrope a mi hermana y le encendĂ una lĂĄmpara que brillaba un poco su guardo, aunque si llorarĂa no tardarĂa en despertar pues tenĂa un consolador en mi cuarto para alertarme si algo le sucedĂa a mi hermana. CerrĂ© la cortina de su ventana no sin antes observar a Maggie y Glenn caminar de la mano hacia Ă©l ĂĄrea de cultivos. CerrĂ© la cortina, enfocĂĄndome en salir de la habitaciĂłn de mi hermana y dejando su puerta media abierta. Aliana estaba ahĂ observĂĄndome, aunque no tarde en abrir la puerta de mi cuarto dĂĄndole paso. Ambos en silencio y podĂa sentir ese tipo de tensiĂłn, pues estĂĄbamos solos en mi habitaciĂłn. Deje la puerta de mi cuarto abierta, observando cĂłmo Aliana se recostĂł en el borde de mi cama. Me dirigĂ a la ventana, cerrĂ© la cortina tambiĂ©n y me desabrochĂ© mi cinturĂłn, quitĂĄndome mi arma y mi navaja, dejĂĄndolo asĂ aĂșn lado de mi mesa de noche en donde estaban colocadas las fotografĂas que sostenĂa con la chica presente.
âÂżQuieres quedarte a dormir?âme atrevĂ a preguntar, era de noche y suponĂa que no querĂa luego irse sola hacia su casa, ademas no creo que se fueran a molestar o ella fuera a negarse. Ella no dijo nada, pues estaba llena de seriedad.
âHoy estabas muy enfadado, me gritaste y fuiste algo brusco, Âżpor quĂ©?âme pregunto, mientras que me observo fijamente.
âNo quise gritarte, solo estaba enfadado.âle confesĂ©, observando como ella me miraba fijamente en el borde de mi cama.âNo podĂa permitir que Enid la matara, no debĂa ser ella. Cuando pasan este tipo de cosas, las personas que amaron a esa persona son las correspondientes de arrebatarles su vida para que asĂ descansen realmente, por eso debĂa ser Spencer... ella era su mamĂĄ.âexplique, observando cĂłmo Aliana me observo, aunque estĂĄ parecĂa estar algo entristecida, asintiĂł.
âNo estoy molesta contigo, Carl.âsonriĂł de lado, llevando su mano a mi mejilla y observĂĄndome. Mientras que esta dirigiĂł sus labios a los mĂos, rozĂĄndolos, dĂĄndonos un fugaz beso.âSi Maggie o Glenn saben que dormirĂ© contigo creo que me matarĂan, ellos realmente me cuidan como si fueran mis padres, pero quiero quedarme contigo hoy, quiero tener al menos esta bonita experiencia.âno evite sonrojarme, pues era algo que propuse por la misma razĂłn.âAunque quiero dormir con una camisa tuya, tengo frĂo.âdijo, asentĂ. No tarde en levantarme y abrir mi armario, pues con rapidez saquĂ© una de las camisas dobladas y se la coloquĂ© en el borde de mi cama, ella sonriĂł.âGracias... âobservĂ© con claridad cĂłmo ella se sacĂł su camisa color azul cielo, quedĂ© impresionado, tanto que no me dio tiempo de girarme observando su sonrojo y como ella quedĂł en sostĂ©n, un sostĂ©n color negro.
âPudiste haberme avisado.âsonreĂ, girĂĄndome aunque no del todo, pues ella se habĂa colocado ya mi camisa manga larga la cual era de un tono gris, se veĂa hermosa con mi camisa pues ella portaba un pantalĂłn corto negro de una tela suave, pues era para dormir y le cubrĂa hasta por encima de las rodillas, tapĂĄndole el pantalĂłn.âTe ves hermosa.âle dije, observando su sonrojo, mientras que le coloquĂ© la sĂĄbana que usaba para dormir encima.
âÂżDormirĂĄs cierto?âme pregunto, a lo que asentĂ, dejando un poco la puerta de mi cuarto abierta para que la luz del pasillo alumbrara un poco. No tarde en acomodarme aĂșn lado de ella.âHace mucho frĂo Âżo estoy nerviosa?âme pregunto, aunque note sus nervios no me atreverĂa a hacer algo que ella no quisiera, pues ambos Ă©ramos maduros para saber que acciones se hacĂan en este tipo de evento.
âVen, acĂ©rcate.âle pedĂ, a lo que ella se moviĂł un poco mĂĄs hacia mĂ abrazĂĄndome, mientras que sentĂ su cabello en mi rostro, me removĂ para estar mĂĄs cĂłmodo.âNo puedo dejar de decirte que eres hermosa Aliana Johnson... âsonreĂ, mientras que sentĂ su
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