40|Aeropuerto y despedidas

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Antes de nada, me gustaría aclarar una cosa. No menciono nada sobre el coronavirus, ni la pandemia en esta historia. Pero tiene una razón. Y es que, este momento de la historia, transcurre en 2019, puesto que la empecé a escribir en 2018, pensando en ese momento. De todas formas, dudo que lo vaya a mencionar siquiera en el futuro. O tal vez sí, nunca se sabe. El hecho de que esté basado en el año pasado, también me dificulta bastante las fechas. Así que os pido que, si veis que alguna fecha no cuadra o no tiene sentido, no me lo tengáis muy en cuenta. Cuando termine (y os adelanto que no queda mucho), intentaré corregir todos los errores.
Y, ahora sí, os dejo que leáis. 


Honestamente, no termino de saber qué día es. Mañana nos iremos de vuelta a Los Ángeles. La verdad es que el viaje ha estado genial. Les he enseñado toda Murcia, hemos ido a la playa, hemos ido a Salamanca... Es más, estamos ahora mismo recogiendo las cosas del hotel de Salamanca. Cogeremos el vuelo desde Madrid, que está a un par de horas de aquí. Nos iremos en coche dentro de media hora. El coche es de mi prima, que vive aquí. Nos lo deja y nos acompaña hasta Madrid. Estaremos por allí hoy. Iremos los chicos con los que vivo, mi prima, que se llama Alicia, y yo en su coche. Las maletas de casi todos las lleva mi padre en un coche de alquiler, que devolverá antes de ir al aeropuerto. 

Vale, creo que estamos a cinco de abril. Si no me equivoco. En fin, ya lo miraré. Termino de meter mis cosas en la maleta y voy a por los chicos, cuyas habitaciones están al final del pasillo. Arrastro la maleta hasta su puerta, golpeo fuertemente y grito.

-Come on, guys! Alicia is waiting for us at the door! We are going to be late! Again... (¡Vamos, chicos! ¡Alicia nos está esperando en la puerta! ¡Vamos a llegar tarde! Otra vez...)- susurro lo último y me apoyo en la puerta, esperando a que abran.

Me sobresalto y estoy a punto de caerme cuando la puerta se abre, con mi espalda aún apoyada en ella.

-Great! Are you ready? (¡Genial! ¿Estáis listos?)- me giro para mirarles. 

Abro los ojos como platos al darme la vuelta. No era su habitación, me he equivocado de puerta. ¿Cómo lo sé? Pues porque la pareja de ancianos que hay detrás del marco (que supongo, por el rubio de su pelo y el azul de sus ojos, serán de Alemania) me miran muy mal. El hombre parece bastante molesto, la mujer me mira con preocupación.

-Oh, I'm sorry. Wrong room (Oh, lo siento. Habitación equivocada)- me disculpo, rascándome la nuca. El hombre me sigue mirando mal y me cierra la puerta en la cara-. Qué mala leche, ¿no?- susurro para mí misma, aún mirando la puerta.

Hombre, te has puesto a gritarles a través de la puerta y a golpearles como una loca. No te van a perdonar e invitar a galletas.

Ya, ya lo sé. Pero podría haber sonreído un poco. Un poquitito.

Tal vez, pero no lo han hecho.

Ya sé que no lo han hecho, Conci. Créeme que lo sé.

Bueno, déjate de gilipolleces y ve a por los chicos.

¡Voy!

Me doy la vuelta y estoy a punto de chocarme con alguien. Levanto la cabeza y veo a Nick, aguantando la risa.

-What did those poor old people do to you? (¿Qué es lo que te han hecho esos pobres ancianos?)- me recrimina, burlándose de mí.

-Shut up, we are late (Cierra el pico, llegamos tarde)- comienzo a andar, pasando de ellos y dejándolos atrás.

-Really, I'm sorry for those people (En serio, lo siento por esas personas)- dice Daniel, esta vez.

-Well, I'm gonna be sorry for you if you don't shut the fuck up (Bueno, yo lo voy a sentir por vosotros si no os calláis de una puta vez)- grito, llamando la atención de todas las personas que hay en el pasillo. Me detengo un segundo y sigo caminando.

-Okay, okay, relax, Soph (Vale, vale, tranquila, Soph)- me intenta calmar James, colocando una mano sobre mi hombro.

-Fuck you (Que os follen)- les saco el dedo y salgo del hotel, arrastrando mi maleta detrás de mí.

Voy hacia el coche de mi padre y le dejo las maletas. Diviso el coche de Alicia unos metros más a la izquierda y me acerco corriendo a ella, que está esperándonos, apoyada en el capó. Le doy un beso en la mejilla y me siento en el lado del copiloto.

-¿No estabas con unos amigos?- me cuestiona, entrando en el coche.

-Sí, por ahí vienen- hago un gesto con la cabeza, señalando la puerta del hotel, por la que salen los chicos, apresurados, mirando por todas partes.

Ruedo los ojos y me asomo por la ventanilla.

-Hey!- les llamo y se giran como suricatos hacia mí-. Leave the suitcases with my father and come here (Dejad las maletas con mi padre y venid aquí).

Como veo que no tienen ni idea de a dónde ir, hago un ademán de ir a por ellos, pero Alicia me interrumpe. 

-Ya voy yo- se ofrece-. Y así les voy conociendo- añade, al verme poco convencida.

-Tenemos un viaje de dos horas para eso, no te preocupes.

Salgo del coche y me acerco al grupo de chicos que se encuentran parados en mitad de la calle, sin saber qué demonios hacer. Les cojo las maletas, se las dejo a en el coche de alquiler de mi padre y les guío al vehículo de mi prima. 

-Why do I have to go in the car trunk? (¿Por qué tengo que ir yo en el maletero?)- se queja Zack. 

Efectivamente, en el maletero. Es un coche de siete plazas, pero dos se desmontan y se montan en el maletero.

-Because. Don't ask (Porque sí. No preguntes)- contesta Nick, molesto y medio dormido, justo detrás de mí.

Sí, son las doce de la mañana, acabamos de entrar al coche y ya se duerme. Nunca terminaré de entender a este chico. Alicia empieza a conducir y yo pongo música. Canto para mis adentros mientras mi prima mayor empieza a hablar con los chicos. Tiene un acento español bastante marcado, pero se le entiende muy bien. Les pregunta cosas, conversan... Bueno, menos Nick, por motivos obvios. La voz de Alicia hablándome en español me saca de mis pensamientos.

-¿Cómo?- cuestiono sacudiendo la cabeza, puesto que no he escuchado lo que me acaba de decir.

-Que si ya te has ligado a alguno de estos- repite, con mucha tranquilidad.

La pregunta me pilla por sorpresa, aunque se supone que es la segunda vez que la escucho. Cuando me recompongo, suelto una sonora carcajada.

-Sí, seguro. Vamos, he ligado de una forma... Me adoran- le contesto, sarcástica.

-Pues claro que te adoran. Eres adorable- desvía la vista un segundo de la carretera para mirarme con una sonrisa burlona.

-Cállate- me río con ella.

-How much is left for arrive? (¿Cuánto queda para llegar?)- cuestiona Nick, adormilado

-Like one hour, more less (Como una hora, más o menos)- responde mi prima.

-Por cierto- llamo ligeramente su atención-, ¿cómo están los pequeños?- le pregunto.

A ver, mi prima tiene dos hijos, un poco mayores que mis hermanos pequeños. Tienen once el mayor y siete la pequeña. Vale, la verdad es que esos son mis primos, Alicia es mi tía segunda, la prima de mi madre, pero no le gusta nada que le diga tía. Dice que le hace sentir vieja.

-¿Mark y Cris? Muy bien, muy bien.

-¿Mi pequeña Cristina sabe leer ya bien?

-Sí, casi perfecto. Mark le ayuda mucho.

-Mark está ya en quinto, ¿no?

-Efectivamente. Tengo foto suyas en el móvil, míralas si quieres- me pasa su teléfono, mirando a la carretera en todo momento-. La contraseña es la de siempre, están en la galería- agarro el móvil, introduzco la contraseña y busco las fotos de mis primos pequeños.

-Madre mía, están súper mayores. Si tengo yo una foto en la que aparezco cogiendo en brazos a Cris, antes de irme a Denver. 

-Oh, sí, me acuerdo de aquella foto. Nos costó la vida conseguir que tu hermano se quedara quieto. 

-Sí, y los mellizos en el carricoche, que no dejaban de llorar.

-Fue un gran verano.

-Sin contar el hecho de que me caí de la bici y, con nueve años, desbloqueé el 'ojo morado'.

-He de admitir que fue gracioso. Ni siquiera lloraste.

-Ehmm, eso no es verdad. Sí que lloré. No mucho, pero lloré. Y luego fui a casa, porque estaba con unos amigos.

-Ah, sí. Que llegaste andando al lado de la bici, tus amigos riéndose, tú con la cara raspada, una herida en la ceja y el ojo morado. Y con una cara de mala leche... Vamos, impresionante. Le diste miedo a Alejandro.

-Sí, bueno, él siempre se asusta por todo.

-No te lo niego. Pero, eso sí, me encanta ir a la playa con vosotros.

-Pues claro que te encanta, somos nosotros. Bueno, soy yo, más bie...- me interrumpo a mí misma-. ¡Me cago en el puto camión de los cojones! No se ve una mierda con la paja que suelta, joder- me quejo. 

A ver, me explico. Hay un camión enorme, lleno de paja, trigo o lo que sea, justo delante de nosotros, del cual no deja de caer...  Lo que sea que lleve. Y el repiqueteo de las cosas esas sobre el coche, me pone de los nervios.

-Ehh... ¿Quieres que lo adelante, o algo?- cuestiona Alicia, intentando no reírse de mí.

-Sí, por favor- respondo desesperada, sin pillar la burla-. Ahh- suelto cuando lo entiendo. Nos reímos fuertemente, sobresaltando a Nick, que estaba apoyado en mi asiento-. Okay, twenty minutes left. Ready, guys? (Vale, faltan veinte minutos. ¿Estáis listos, chicos?)- me giro hacia ellos.

Murmuran un 'Sí', sin prestar mucha atención. Exactamente veinte minutos después, llegamos al hotel de Madrid. Mi padre está justo delante de nosotros, y los demás chicos, detrás. Sacamos nuestras maletas y entramos en el gran hotel. Hablamos con el recepcionista, que nos da las llaves y nos indica dónde están nuestras habitaciones. Esta vez, duermo con dos de los chicos, aunque no tengo claro con quiénes. Entro a la habitación de tres, puesto que perdí a 'Piedra, papel, tijeras' con Daniel, así que tengo claro que no dormiré hoy con él. Dejo mi maleta al lado de la puerta y me tiro a una de las camas. Como soy la primera en llegar, puedo elegir la que yo quiera. Que, en este caso, es la que se encuentra más cerca de la ventana.

Cierro los ojos y me pongo a pensar. No tengo claro en qué pienso, solo son ideas sueltas que vagan por mi mente. Cuando veo alguna que me interesa, la intento retener, pero no soy capaz de centrarme en ella, así que la dejo ir. Y, de nuevo, cierro los ojos. Pensando en todo y en nada a la vez.

De repente, el ruido de la puerta me saca de mis pensamientos. Abro un ojo, pero no me fijo muy bien en el chico que ha entrado. Vuelvo a cerrar el ojo, pero lo abro al instante al escuchar un golpe muy fuerte. Me incorporo rápidamente y logro ver a Zack, tirado en el suelo, al lado de mi maleta.

-Did you just stumble upon the suitcase? (¿Te acabas de tropezar con la maleta?)- cuestiono, aunque sé la respuesta.

-Do. Not. Say. A. Word. (No. Digas. Ni. Una. Palabra)- hace una pausa después de cada palabra, y yo me comienzo a reír-. Are you going to help me or what? (¿Me vas a ayudar o qué?)

-Okay, okay. I'm going (Vale, vale. Voy)

Me levanto de la cama y me acerco a él. Le agarro de la mano y tiro hacia arriba, tratando de levantarle. En ese momento, entra Nick a la habitación. Al vernos, alza una ceja.

-He felt and I'm trying to stand him up (Se ha caído y estoy intentando levantarle)- explico, encogiéndome de hombros y volviendo a tirar de mi amigo. Consigo hacer que se ponga en pie. Sin soltarle la mano, le miro a los ojos y le susurro-. Be more careful the next time (Sé más cuidadoso la próxima vez)- me acerco a él y le doy un golpe en la espalda. 

Me suelto de él y recojo mi maleta, que sigue en el suelo. Dejo mi maleta al lado de la cama y  me vuelvo a tirar a esta. 

-What are we going to do now? (¿Qué vamos a hacer ahora?)- me pregunta Nick, echándose a mi lado e interfiriendo en mi estado de paz.

-Walk through the city, I guess (Caminar por la ciudad, supongo)- respondo, intentando ignorarle.

-That's a good plan. I mean, it's simple (Ese es un buen plan. Es decir, es simple)- dice Zack, sarcástico, mientras se encoge de hombros y se sienta en su cama, que está al lado de la mía.

-You are simple (Tú sí que eres simple)- me río mientras le tiro una almohada, que él consigue esquivar, también riendo-. I'm not from here, I don't know Madrid as I know Murcia. And I don't really like this city, so I don't know what to do here (No soy de aquí, no conozco Madrid como conozco Murcia. Y no me gusta especialmente esta ciudad, así que no sé qué hacer aquí)- me excuso.

-Makes sense (Tiene sentido)- admite Nick.

-I think we have to meet the others downstairs, at the hall, in half an hour (Creo que tenemos que encontrarnos con los demás abajo, en el recibidor, en media hora)- comento mirando la hora en mi móvil.

Ellos asienten. Se levantan y comienzan a deshacer las maletas. Me incorporo al tiempo que les miro extrañada.

-Do you know we'll be here like... Not even twenty-four hours? (¿Sabéis que no vamos a estar aquí... Ni siquiera veinticuatro horas?) 

-Well, that's true (Bueno, eso es verdad)- admite Zack, volviendo a meter las cosas en su maleta.

Nick me mira enfurruñado, tira la ropa de cualquier manera en la maleta y se sienta en la cama con los brazos cruzados, como un niño pequeño enfadado. Me río y vuelvo a dejarme caer en la cama. Agarro el móvil y veo un mensaje de James.

Jameeees

Jameeees: Q tal vas?

Me: Nos hemos visto... Hace diez minutos?
Me: Nada puede haber pasado en ese tiempo que haya podido cambiar drásticamente mi humor

Jameeees: Tu mas q nadie sabes q eso no es verdad

Me: Cierto
Me: Me acerco a vuestra habitación, no quiero aguantar a Nick enfadado como un niño

Jameeees: Ok


-I'm going with James and Daniel. See you in twenty (Me voy con James y Daniel. Nos vemos en veinte)- les aviso mientras agarro mi mochila y meto todo lo importante.

-Yeah, have fun (Sí, diviértete)- Zack me mira de forma pícara. Cojo lo primero que encuentro, que resulta ser una botella de agua, y se lo lanzo. Lo esquiva fácilmente y me saca la lengua.

-Use protection! (¡Usad protección!)- grita Nick justo cuando salgo del cuarto, provocando que cierre la puerta con un portazo.

-Idiota- susurro para mí misma mientras sonrío y recorro los escasos metros que separan nuestras habitaciones.


Como había pensado, lo único que hacemos es pasear por la ciudad. Volvemos al hotel por la noche, sobre las diez. Ahora mismo son las diez y media, y nos encontramos todos en la habitación que comparto con Zack y Nick.

-What will we do when we are back at home? (¿Qué haremos cuando estemos en casa de nuevo?)- pregunta Nick a mi lado, tirado en mi cama.

-What question is that? (¿Qué pregunta es esa?)- me río. Él se encoge de hombros y me golpea en el brazo, puesto que no me dejo de reír-. We'll unpack and rest and, the next day, we'll go to high school (Desharemos el equipaje y descansaremos y, al día siguiente, iremos al instituto)- contesto como si fuera lo más obvio del mundo.

-I don't know, it feels like we've been out one month (No sé, parece que hayamos estado fuera un mes)- se explica.

-Don't be exaggerated. We've been out one week, or something (No seas exagerado. Hemos estado fuera una semana, o algo así)

-Shh. Shut up (Cállate)- me pone un dedo en los labios para callarme de forma burlona. Hago ademán de morderle y se aparta rápidamente.

-We'll be back around 7 pm. Our flight is at twenty-five to nine in the morning. The flight is like twenty hours long (Volveremos sobre las 7 de la tarde. Nuestro vuelo es al as nueve menos veinticinco de la mañana. El vuelo dura como veinte horas)- como veo que Nick no le encuentra mucho sentido, se lo explico-. There's a time change. Nine hours of difference (Hay cambio horario. Nueve horas de diferencia)

Él asiente como un niño pequeño, comprendiendo. Me río con ternura. Es divertido pensar que, ese chico de casi metro ochenta, puede ser tan tierno e infantil a veces. Bueno, o siempre. La verdad es que nadie lo diría. 

Nos quedamos hablando un rato más hasta que mando a los que no duermen aquí a sus respectivas habitaciones. Después de veinte minutos de intentar que Zack se vaya a dormir, puesto que mañana madrugamos, consigo poder descansar. Mañana va a ser un día largo.


-Come on, guys! Hurry up! We're gonna be late! (¡Vamos, chicos! ¡Daos prisa! ¡Vamos a llegar tarde!)- les grito mientras corro al coche de mi prima.

Terminan de dejar las maletas en el maletero de mi padre y corren a donde estoy yo. Son las seis y media de la mañana, nuestro vuelo sale en dos horas, el aeropuerto está a media hora en coche y yo no estoy dispuesta a perder el avión por esta panda de inútiles. ¿Eso ha sonado muy borde? 

Pues es posible

Ups.

Bueno, el caso. Alicia nos acompañará al aeropuerto y nos iremos todos ya de vuelta a Los Ángeles. Más bien, es Alicia quien nos lleva al aeropuerto, pero da igual. Nos encontraremos allí con mis hermanos y los demás chicos. Nos despediremos de Alicia, subiremos al avión y ya, a las siete de la tarde, volveremos a la residencia y descansaremos, que pasado mañana tenemos clase.

Llegamos y ya nos están esperando todos allí. Me disculpo por la tardanza, echándoles la culpa a los chicos, que se quejan cuando les explico en inglés lo que he dicho en español. Nos despedimos de Alicia y vamos a pasar por seguridad. Estoy a punto de dejar mis cosas cuando veo que mi padre se queda parado y no nos acompaña.

-Papá, vamos- le llamo. Él sonríe con tristeza y niega con la cabeza. Me acerco y le pregunto-. ¿Es que no vienes? ¿No vuelves a los Ángeles?

Vuelve a negar.

-Me han ofrecido trabajo aquí.

-¿En Murcia?

-En Madrid.

-¿Y te vas a quedar?- asiente con la cabeza-. ¿Por qué no me lo has dicho antes?

-Me lo dijeron hace unas semanas. No quería decirte nada hasta estar seguro.

-Ya has aceptado, ¿verdad?

-Sí...

-¿Y Jade y Teo?

-Alejandro se ha ofrecido a cuidar de ellos. Arreglamos algo de papeleo sobre eso el otro día.

-¿Estás seguro de que es una buena idea?- bromeo, intentando restarle tensión a la conversación-. Ahora en serio, ¿seguro que quieres quedarte solo después de... todo esto?

-No te preocupes por mí, en serio, Sofía. Estaré bien. Además, no estaré solo. Te recuerdo que tienes tíos hasta en Madrid. Y, en cuanto a tus hermanos pequeños, será mejor que se queden en Los Ángeles. Si se quedaran conmigo, tendrían que cambiar constantemente de colegio.

-Vale...

-Sé que no es lo que teníamos pensado, pero saldrá bien, ¿vale? Ahora ve, o perderás el avión.

Abrazo a mi padre como despedida y corro con los demás. Antes de perderme entre la gente que camina apresurada hacia sus vuelos, me giro una última vez para ver a mi padre, que me mira con tristeza, pero también con orgullo.

Le sonrío triste como despedida y me alejo por completo de él. No quiero llorar, pero ya es tarde. James, que se ha quedado atrás, esperándome, se acerca a mí. No me dice nada. Solamente me pasa un brazo por los hombros y seguimos andando. Apoyo mi cabeza en su brazo e intento tranquilizar mi respiración, que se acelera cada vez que pienso que,

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