Bajé del coche después pagarle al hombre del taxi lo correspondiente. Mi nuevo instituto estaba al cruzar la calle, delante de la residencia, así que perfecto. Cogí mi móvil y le escribí un mensaje de texto a mi hermano (a quien tenía en wasap como "Ale imbécil")

¿Les vas a explicar a estas hermosas criaturas por qué lo tienes como "Ale" si se llama Alexander?

Le llamamos Alex. Con 11 o 12 le llamaba "Ale" por que había una cantante que nos gustaba mucho que tenía una canción llamada así. Y lo de imbécil, porque lo es y punto.

Yo: Ya estoy en L.A., por cierto

Ale: Vale, y?

Yo: Por informar y comunicarnos. Comunicación, ya sabes, eso q haces al hablar con la gente.

Ale: Sigo sin saber por qué debe importarme.

Yo: Sabes qué? Déjalo.

Ale: Haber empezado por ahí.

Apagué el móvil, cómo le odio.

Lo normal, es tu hermano.

Mira, ahí estoy contigo, Conci.

Miré a través de la verja. La casa era enorme, casi una mansión. Me pregunté si habría piscina y todo.

Eso es estúpido.

Pero estaría bien.

Eso es verdad.

Fui a empujar la verja, pero estaba cerrada. Llamé al telefonillo y una voz masculina contestó.

-¿Quién es?

Mierda, voy a vivir con chicos.

Puede que no esté tan mal...

¿De verdad, Conci, de verdad? Recuerda cómo ha sido vivir con Alex.

Ugh.

Exacto.

-Soy Sophie, vuestra nueva compañera de... Diría piso, pero esto parece una mansión.

-Entra- soltó una risa

Acto seguido, la verja se abrió y pude pasar. El patio era gigante. Un camino de piedra rodeado de setos se extendía ante mí hasta la puerta, de la que salió un chico, seguramente el que había hablado por el telefonillo. Era alto, de pelo castaño y corto, sus profundos ojos marrones me examinan atentamente.

-Nicola Smith- dijo tendiéndome una mano que yo cogí, no muy segura-. Puedes llamarme Nick.

-Sophie Lya Thoms, pero no uses mi segundo nombre- le señalé amenazante

-Perfecto. Ven conmigo, te enseñaré tu habitación.

-Vale.

Cuando entramos en la casa, no pude evitar pensar en la casa de Jay Pritchett, en Modern Family.

-¿Hay piscina?- la pregunta salió de mis labios sin que yo pudiera pararla. Nick soltó una risita.

La que podía pararla, era yo.

CÁLLATE, CONCIENCIA DE SOPHIE LYA THOMS.

Uhhh, que miedo, diciendo mi nombre completo.

-La verdad, es que sí. En el patio trasero.

-Bien. Por cierto, ¿dónde están todos? Me han dicho que seríamos 6 en total.

-Se han ido a tomarse un helado. Yo me he quedado aquí limpiando. Tendremos que hacer otro tablón de tareas...

-Vale, lógico.

Subimos por unas escaleras que deban al salón. Hay siete puertas, tres a cada lado y una al final del pasillo.

-Esta, la primera a la derecha, es la mía. La tuya, la primera a la izquierda. La del fondo es el baño.

-Formidable- respondo, intentando imitar a Jace.

-¿Formidable?- dijo entre risas.

-Mundano- farfullo, intentando no reír. Creo que este año me lo voy a pasar bomba.

¿Bomba? ¿Quién dice eso?

Yo, ¿vale? Yo lo digo.

No, no vale.

En ese momento, se abre la puerta de la casa/mansionaca-de-la-leche y entran otros 4 chicos, riendo y discutiendo.

-Zack, no te enteras de lo que lleva el helado de stracciatella. Nata. Chocolate. Menta. 3 cosas.

-¿De verdad que no tiene vainilla?

-NO- respondieron los otros chicos al unísono. Yo me río por lo bajo, cosa que ellos oyeron.

-¿Nick? Nick, ¿desde cuándo ríes como una niña?- dijo el primero que había hablado al entrar.

-Desde que no me he reído yo.

-¿Has traído a una chica? ¿Tienes novia? Muy bien, campeón- dijo el chico de pelo negro y gafas que, aparentemente, se llamaba Zack.

-Sí y no, en ese orden- me asomé a la barandilla y sonreí-. Chicos, ésta es Sophie, nuestra nueva compañera de piso- 4 cabezas se alzaron para verme; 2 de pelo negro, una castaña y una rubia. Uno de los chicos de cabello negro era el que había identificado como Zack, ojos negros y gafas de pasta. El chico de pelo castaño y ojos marrones me miraba buscando algo de lo que seguramente reírse, tenía el pelo liso y revuelto. El rubio tenía los ojos azules claros y me miraba de arriba a abajo. El último tenía el pelo negro un poco rizado y revuelto y los ojos... AZUL WILL HERONDALE.

No te alteres, chica. Es solo un chico muy guapo, como todos los demás.

Si... PERO ESTE CHICO MUY GUAPO ES LA RÉPLICA DE WILL, MI WILL.

Oye, oye, oye... ¿Cómo que TU Will?

Somos la misma persona, también es TU Will.

Tuché.

-Wasssaaaaa- digo, intentando mantener la calma. Hago un gesto con mi mano derecha llena de pulseras. Tengo cuatro: 1 coletero, una pulsera de cuerda y dos brazaletes de goma que compré en una tienda friki (una era de TLOZ y la otra de STAR WARS)

Dudo que estas hermosuras sepan el significado de TLOZ.

The Legend Of Zelda. ¿Contenta?

Sip.

-Daniel, ¿has visto? Es friki, UNA CHICA GUAPA Y FRIKI- dijo Will, agarrando y sacudiendo al chico rubio por los hombros.

-Sí James, lo he visto- y encima Will se llama James. Dios, te adoro.

-Sophie Thoms, encantada- digo, bajando las largas escaleras.

-James Scott- dijo Will... digo James.

-Zack Hills- continuó diciendo el chico con gafas.

-Daniel Allen- enunció el rubio.

-Y por último y más importante...- empezó el único que no había hablado, al que yo interrumpí

-El más engreído.

-Eso no es cierto- dijo con un aire dolido

-Sí que lo es- dijo James dándole  una palmadita en el hombro a su amigo.

-Bueno, Donatello Collins. Mira que os gusta cortarme el rollo.

-Sip- dijo Nick, que había bajado y colocado a mi lado.

-¿Donatello, como el de las tortugas ninja? ¿Collins como Lily?- pregunté yo, emocionada. Me encantan esas personas.

Una es una tortuga, así que...

Cállate

-Sí, pero llámame Donny.

-Ok. Bueno, me voy a  decorar mi nueva habitación. No me molestéis a menos que haya un incendio o comida. Adiós.

Subí a mi cuarto y me encerré. El dormitorio era enorme.

Como todo en esta casa.

Sí, la verdad es que sí.