Ahora estábamos en el hotel desempacando mis cosas. Este es el tipo de hotel en el que cada habitación es como un apartamento. Bastante bien, ¿verdad?.  En el viaje en taxi hasta aquí, Sophia casi me grita de nuevo por perder mi vuelo.  Cuando llegamos, estaba más tranquila, así que fue agradable. Cuando terminamos de desempacar todo, decidió deshacerse de nuestro cómodo silencio. 

 "Entonces, ¿quieres contarme más sobre el tipo del avión?" Preguntó con su típica mirada curiosa. Nunca sentí mucha curiosidad antes de conocerla, así que supongo que lo saqué de ella. 

 "Bueno, ¿qué quieres saber?" Le pregunté mientras me sentaba en la parte superior de mi cama. 

 "¿Cual es su nombre?" 

 "Damiano".

 "¿Cuántos años tiene él?" 

 "22." 

 "¿Esta bueno?"

 "Esta muy bueno"

"Entonces tienes mi consentimiento". Dijo sonriéndome. 

 "Bueno, estoy a punto de decirte algo que te va a molestar." Dije ajustando mi postura.

 "¿Qué es?" Preguntó ansiosa por saber. 

 "Puede que no tenga su número de teléfono". Dije asustada por su reacción. 

 "¡¡¿CÓMO PUEDE SER QUE TE OLVIDASTE DE PREGUNTAR SU NÚMERO? !!" Ella gritó. "¿Sabes qué? Está bien. Solo dime su apellido para que pueda encontrar su Instagram o Twitter o algo así". Dijo sacando su teléfono. 

 "Tampoco sé su apellido..." murmuré sabiendo que ella se enojaría aún más. 

 "¡KATHERINE ADAMS, NO PUEDO CREETE!" Ella gritó. Sí... lo vi venir. Cosas de conocerla tanto tiempo.

"¡Lo olvidé! Y estoy seguro de el también.  Además, deja de estar tan enojada por eso. Nos encontraremos si estamos destinados a hacerlo". Dije tratando de convencerla.

"Estoy actuando así porque necesitas enamorarte, K. Nunca te permitiste tener más que un simple enamoramiento y no puedes seguir haciéndolo por el resto de tu vida. No vale la pena." Dijo dándome una mirada comprensiva dándome palmaditas en el hombro. 

"Lo he estado pasando bien igualmente, Soph. No es gran cosa. Simplemente no he encontrado a alguien que me haya hecho querer derribar mis muros en primer lugar". Dije con una mirada frustrada. 

''Quizás lo hubieras hecho con Damiano." Dijo con un tono sarcástico. 

"Tal vez, ¿quién sabe? Ahora, hablemos de otra cosa, por favor." Supliqué ya que me cansé de hablar de Damiano y mis sentimientos. 

"Está bien, está bien. Antes de ir a recogerte, vi que hay un club a dos minutos de aquí. Así que, esta noche saldremos. Será mejor que empieces a prepararte ahora. Solo digo". Dijo levantándose. 

"Ugh, ¿tenemos que hacerlo?" Le pregunto dándole mi mirada de "realmente no quiero".

"Uh, sí lo haremos. Tú eres la que dijo que me compensaría. Bueno, noticia de última hora: así es como me lo compensas". Dijo dándome una gran sonrisa mientras se levantaba de la cama. 

"Está bien, está bien. Bien, preparémonos entonces." Dije levantándome también. 

"Está bien, entonces .. ya sé lo que voy a ponerme." Dijo recogiendo su ropa de su lado del armario. Sacó una camisa celeste ajustada sin tirantes con un par de pantalones blancos sueltos de cintura alta y un par de tacones negros diminutos.

"Me gusta." Dije analizando su atuendo. 

"Duh. Solo a una persona de mal gusto no le gustaría. De todos modos, creo que tengo el atuendo perfecto para ti." Dijo entrando en nuestro armario una vez más. Ella fue a mi lado y agarró mi elegante mono negro, que casi grita por sí solo. "Antes de que digas nada, te dejaré usar tus botas negras". Dijo ella sonriendo. Ella habla de mis botines negros favoritos con tacones. Los uso cada vez que salimos. Es como una tradición a estas alturas.

"Lo aprecio." Dije sonriendo de vuelta.

 Después de vestirnos, Sophia pidió McDonald's ya que todavía no había comido desde que me bajé del avión. Media hora después llegó la comida. Después de comer, nos maquillamos y nos preparamos para irnos. 

 Cuando llegamos, vimos "GOA" escrito con luces de neón. Como todavía eran las 9:30 pm, la cola era casi inexistente. No voy a mentir, estaba un poco emocionada ahora que estábamos aquí. Es la primera vez que salgo por la noche en Roma, me necesidad es notable.

Entramos sin que nos pidieran nuestra identificación, lo cual fue bastante bueno. Fuimos directamente a la pista de baile. Las luces eran de arcoíris y la música era realmente buena. Un par de horas y unas copas más tarde empezó a llenarse un poco, así que decidí que necesitaba otra copa. 

"Soph, voy a ir a buscar otro trago, ¿estarás bien aquí sola?" Le pregunté en su oído debido al ruido que había. 

 "Por supuesto, ve a buscar tu bebida, niña." Dijo sonriéndome. 

 Quité mi mano de su hombro y caminé hacia la barra de la discoteca. Cuando llegué allí, me apoyé en el mostrador esperando que el camarero terminara de preparar la bebida para una dama con un vestido rojo que estaba sentada en un banco. Comencé a mirar alrededor cuando noté un rostro familiar a un metro y medio de mí. Increíble. Decidí acercarme a él. 

"Mucho tiempo sin verte." Dije tan pronto como llegué a su lado. Luego me miró. Sus ojos se agrandaron y su sonrisa se ensanchó. 

"¡Katherine!" Dijo abrazándome. "Olvidé pedirte tu número antes de irme." Dijo alejándose para poder mirarme.

"Sí, sobre eso... ¿por qué te fuiste sin decir adiós?" Le pregunté tratando de aclarar la situación que había sucedido en el aeropuerto. 

"Cuando te fuiste hacia tu amiga, un amigo me llamó para decirme que estaba afuera y como no quería arruinar vuestro momento, me fui". Explicó mirando hacia abajo. 

 "Entiendo... pero al menos podrías haberte dicho adiós, ¿sabes?" Dije mirando hacia abajo también.

"Lo sé, y realmente lo siento". Dijo mirándome. Luego colocó su dedo índice debajo de mi barbilla y levantó mi cabeza. "¿Me perdonas?" Suplicó. 

"¡Por supuesto!" Dije retrocediendo riendo. 

 "¡Genial! ¿Crees que pueda conseguir tu número ahora?" Preguntó sonriendo. 

"Claro." Dije riendo entregándole mi teléfono. Luego marcó su número y se envió a sí mismo un mensaje de texto. 

"Me envié un mensaje de texto para poder guardar tu número". Dijo entregándome mi teléfono.

"Okey." Dije sonriendo mientras guardaba mi teléfono en mi pequeño bolso. Iba a decir algo hasta que Sophia se acercó a nosotros. 

 "Hola Kate, vine a ver por qué te estaba tomando tanto tiempo y-" De repente se detiene mientras mira a Damiano. 

"Oh, me acabo de encontrar con Damiano. Este es el chico del avión del que te hablé". Dije mirándola mientras lo señalaba. "¿Estás bien?" Le pregunté notando su expresión de asombro. "Ese es Damiano David". Dijo mirándolo.

"Ese es el maldito Damiano David. ¿Sabes, de la banda Maneskin?" Dijo mirándome. ¿Esperar que..? No puede ser... ¿verdad? 

 Entonces lo miré. "¿Es eso cierto?" Le pregunté sin querer creer que no me lo había dicho.

Me miró y luego miró al suelo. "Yo-yo no sabía cómo decírtelo." Dijo en voz baja, ni siquiera sé cómo pude escucharlo con todo el ruido a nuestro alrededor.

"No puedo creerlo..." dije mirándolo.

"Realmente quería decírtelo. Lo iba a hacer, pero-" Trató de explicar pero lo interrumpí. 

"¡Eso es una puta mentira! ¡Si realmente quisieras decírmelo, ya lo habrías hecho!" Grité para que pudiera escucharme alto y claro. Miré a Sophia y ella siguió mirándonos todavía un poco sorprendida. "Me voy." Dije mirándolo. Luego me miró, pero ya era demasiado tarde porque ya me estaba dando la vuelta para salir del club. 

 Mientras me dirigía a la salida, le escuché decir mi nombre varias veces, pero decidí ignorarlo. ¿Honestamente pensó que nunca iba a descubrir que era un cantante famoso en todo el mundo? ¡Que me lo iba a decir, ja, mentiroso! Si hubiera querido, podría haber dicho algo en el avión. Es por eso que ya no tengo citas: cada vez que comienzo a meterme con un chico, este siempre encuentra una manera de estropearlo. Damiano fue simplemente más rápido.No sabia que iba jugar conmigo tan pronto, pero eso es lo que obtengo por derribar mis muros, ¿verdad? ¿Pero sabes que? Esto fue probablemente lo mejor... ¿Un cantante famoso y yo? Sí, como si eso fuera a funcionar.

Estuve afuera por un par de minutos hasta que apareció Sophia. 

"¡Finalmente! ¡¿Qué demonios te tomó tanto tiempo ?!" Dije un poco frustrada. 

"Está bien, en primer lugar, cálmate. En segundo lugar, estaba hablando con Damiano porque el pobre chico se puso muy triste cuando te fuiste enfadada". Ella explicó. 

"Bueno, ese no es mi problema, ¿verdad?" Dije irritada. ¿Triste? ¿Quién se cree que es para tener derecho a enfadarse por esto? Yo soy el que debería estar triste, ¡no él! En caso de que todos se hayan olvidado, es a mí a quien le mintieron, no al revés. 

"No seas así, Kate." Ella suplicó. 

"No quiero hablar más de esto, solo vámonos, ¿sí?" Le dije intentando cambiar de tema. En ese momento todo lo que quería era ir a mi nueva cama y dormir. Nada más.

"Sí, está bien. Lo que sea." Dijo agarrando su teléfono para llamar a un uber.

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1500 palabras

Espero que os guste

Gracias por leer❤️

Historia traducida