𝙈𝙖𝙩𝙧𝙞𝙢𝙤𝙣𝙞𝙤 - 𝙀𝙣𝙟𝙞 𝙏𝙤𝙙𝙤𝙧𝙤𝙠𝙞 {𝘽𝙉𝙃𝘼}

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𝙈𝙖𝙩𝙧𝙞𝙢𝙤𝙣𝙞𝙤 — 𝙀𝙣𝙟𝙞 𝙏𝙤𝙙𝙤𝙧𝙤𝙠𝙞 {𝘽𝙉𝙃𝘼}

Si los problemas con las actualizaciones siguen, me tiró

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_______ llegó a sentirse el omega más afortunado de todo el mundo, a pesar de que su alfa tenía un genio de los mil demonios, con él tenía un trato lindo e incluso suave, cada día despertaba con el cálido cuerpo de su esposo cubriendo el suyo, sentía el peso sobre él, en los grandes brazos rodeando su cintura con cariño.

Todo parecía tan dulce como sonaba, sería tan dulce que se había relajado en la sonrisa y mirada del Omega.

En esos momentos de su vida, se daba cuenta de lo feliz que era y su sonrisa era imposible de ocultar, tenía un brillo especial que todo el mundo notaba a su alrededor, él seguía encantado de presumir su matrimonio de cinco años, cada persona que veía no perdía oportunidad de mencionarle lo radiante que lucía.

Pero, ¿Quien dijo que la felicidad en la trágica vida dura para siempre?

Pasando el frío invierno, el aclamado héroe número dos se comportaba igual de helado, la calidez empezaba a desaparecer, las mañanas ya no eran tibias, _____ no sentía el peso al lado suyo, no sentía esos abrazos, ni esos labios recorrerlo, desde sus hombros hasta su marca recién renovada... No había nada, y se lamentaba.

La mentada derecho vista gorda y oídos sordos, se engañaba a sí mismo diciendo que todo mejoraría.
Todo aquello era mentira, era una falacia que aún le endulzaba el oído, una que le ayudaba a no recaer en la miseria. Su esperanza de ser una familia feliz aún era latente.

Hasta aquel día, en dónde lo perdió todo.

O eso llegó a pensar...

—Firma.

Aquella petición lo dejó frío, esa tarde estaba encogido en el sillón mientras veía en la televisión, era su día libre después de todo, esperaba relajarse.

Pero en cuanto reconoció los pesados pasos de su esposo, se quedó quieto mientras escuchaba, tenía pequeñas migajas de galleta rodeando su boca, se sacudió rápidamente y dejó la taza de té sobre la mesita. Miró emocionado al mayor, pero solo sería una fría mirada la que recibiría.

—¿Enji? —preguntó esperando, y rezando por estar equivocado.

No era una persona de creencias, pero estaba segura de que se pondría de rodillas para no terminar de esta manera, delante de cualquier Dios o deidad, no estaba listo para soltar a la persona que amaba.

Escuchó un suspiro salir de sus labios, y esos papeles fueron dejados en la mesa, con un sonido seco, sin nada más que el sonido del televisor rodeándolos.

—Es más simple de lo que parece. —aseguro dejándole la pluma entre sus dedos.

No parecía tener ningún remordimiento, incluso podía mirarlo a la cara sin vergüenza, mientras que el Omega estaba al borde del llanto.

Pues aún no creía que esos papeles fueran lo que pensó.

—No, yo no- ¿Enji por qué? —preguntó quebrantado, lleno de angustia y con los ojos tristes.

—No me sirves, se está haciendo tarde y necesito conseguir herederos... —respondió simple.

Como si aquellas palabras fueran lo más normal del mundo. Como si no estuviera matando al que fue su Omega.

— ¿Te das cuenta de todo lo que estás diciendo y pidiendo? —preguntó en una pequeña e ilusa esperanza de que Enji corrigiese sus palabras.

Estaba casi temblando mientras tenía la mirada firme y dura de su esposo, de aquel hombre que hacía llamar su alfa y su amado hogar.

Todo por la estúpida pelea de un heredero, heredero el cual no habían podido conseguir en los años que llevaban casados, y Enji, en su negación de tener a alguien aquí en entrenar para que se volviese mucho más fuerte, había cometido muchos errores y aquello solo hacía que el pequeño corazón de _____ se apachurrara en su pecho.

—Sí, aún puedo ver con claridad, lo que no puedes darme. —respondió aquella pregunta sin ningún tipo de escrúpulo.

_____ sí llegó las manos al cabello, estaba seguro de que terminaría por arrancárselo, no tenía idea de cómo hablar con él, hacía meses no estaban bien, pero jamás pensó que el tema del heredero llegaría a tanto.

—Te dije qué podemos intentarlo una vez más, Enji por favor... —murmuró entrelazando sus dedos y jugando con ellos.

Su mirada no subía, no se creía capaz de mirarlo a los ojos, pues había que podía encontrarse con la mirada más sincera, más dolorosa y pesada.

—Encontré a alguien que puede darme lo que necesito —volvió a repetir sin remordimiento.

______ no dijo nada, se aferraba de no creer en las palabras tan duras que recibía, a la nueva realidad que le esperaba.

Enji tomo sus cosas, que desde la tarde de ese mismo día había guardado, se giró sin siquiera mirarlo realmente, sabía que el dejarlo sin alfa, le traería dolor, el físico y de la mental. Pero sus objetivos y ambiciones son más fuertes que todo.

—Aún te estimo demasiado... —aceptó dejando de mirarlo.

______ sentía aquellas palabras como un insultó, así que volvió a dejar de mirarlo

—no tienes porque salir de esta casa, puedes quedarte cuánto quieras.

—....

Se mantuvo estático durante media hora.

El departamento, que antes le parecían cálido, ahora mismo estaba ardiendo en el mayor infierno en su vida, sentía que se quemaba en el mismo Inframundo.

Sus metas, sus sueños, y la pequeña prueba que tenía en su mano, fueron rotos en ese instante.

—Eres un maldito, Todoroki... ¿Por qué dejaste de quererme? —pregunto para sí mismo, para una habitación vacía.

—¿De verdad... Fuí tan inservible?

Miró una y otra vez aquella prueba, el signo positivo lo estaba matando, tenían buena economía, tenía buena vida, pero no tenía la familia que quería formar, no tenía nada si ese era el caso.

El enojo lo recorría de pies a cabeza, se sentía al borde, estaba enojado, él sabía perfectamente de lo que era capaz, me va a permitir que un alfa estúpido lo derrumbara, sabía perfectamente que era imposible levantarse en esos momentos, pero conocí a una perfección, de esa misma manera, qué podría con todo.

Estaba esperando un hijo, no necesitaba de alguien tan estúpido para su crianza, aún si estuviera agonizando de dolor por su marca, aún si el embarazada riesgoso.

Él era bueno, él podía con todo.

—....vas a joderte Todoroki, vas a pudrirte en arrepentimiento si llegas a verme en el futuro, asqueroso mentiroso...

Quiero durante horas tirado en el suelo... Ese alfa no valía nada.

Cuando lo volvió a ver, era inevitable morirse de los nervios, pero ni siquiera se noto, ya sabía sobre las noticias y sobre el caos que se estaba desatando en la guerra, sabía todo lo malo que estaba pasando y lo mal que lo estaban pasando los Todoroki, todos los aspirantes a héroes, las noticias de la mañana eran las más dramáticas, pero, esta vez no había exageraciones.

Todos estaban muriendo.

Él era capaz de utilizar su Quirk, de hecho se había vuelto mucho más fuerte, tenía un pequeño, a quién proteger, y estaba feliz.

El pequeño tenía la misma mirada que su padre, su mismo cabello, personajes y sus regordetes cachetes eran completamente suyos.

Siempre se encontró orgulloso del pequeño niño, era lo único que tenía, su tesoro, su hijo.

Camino corriendo por las calles mientras utilizaba su Quirk para defenderse, no había ninguna amenaza latente, tenía que recoger a su hijo, las cosas se han vuelto pesadas, y a pesar de que el chico tenía más de diez y nueve, necesitaba asegurarse de que estaba bien, de que son niños estaba bien.

Solamente que camino allá, se topó con la persona que menos esperaba...

—Te volviste alguien ágil y fuerte. —murmuró luego de cargarlo para alejarlo de uno de los villanos.

______ ni siquiera había mirado, sus nervios están más disipados y no sentía morirse, solo quería aterrizar porque las alturas lo seguían poniendo nervioso.

—Yo siempre fui fuerte, Todoroki, bájame. —pidió sin ninguna emoción aparente.

Aquel tono frío golpeó secamente al pelirrojo, sentía aquella escena surreal, habían pasado diecinueve años, casi veinte. Enji lo miró, admirando su belleza, dándose cuenta de que siempre lo extrañó y siempre se lo negó a él mismo.

—Y parece que yo lo noté tarde...

El ojo del menor empezaba a tiritar, la ponía de los nervios el hablar con él, y apenas sus pies tocaron el suelo, se sintió libre de alejarse lo más que pudo.

—Muévete a un lado. —pidió luego de que viera que el gran cuerpo del alfa bloqueaba su camino —tengo que recojer a alguien y ya voy tarde....

—La cuidad puede volverse un caos en cualquier momento, no puedes ir solo.

Aquella declaración salió tan firme y segura, qué hizo que incluso al menos soltar una carcajada, había llegado bastante lejos, sabía que su hijo no era un niño ya, pero nada le iba a impedir que lo buscará, ni siquiera el tener que estar acompañado de Endeavor.

Se giró y miró fijamente a Todoroki.

—Puedo y quiero, largo.

Enji ni siquiera se inmutó después de que le diera la espalda, seguía yendo atrás de él, y aquello desesperaba al menor.

— ¡Deje de seguirme! —grito totalmente molesto.

—me estoy asegurando de que llegues bien a tu destino —mintió, caminando cerca del Omega.

_____ sabía perfectamente que era una mentira, que uno de los hijos del héroe número dos estaba peleando, y qué su vida corría peligro, se sentía indignado de ver tan poca preocupación.

Pero llegaron muchísimo más rápido de lo que esperaba, entre los estudiantes de aquella academia a su hijo, y cuando a la hora de avisarlo, Enji noto que lo veía.

Había muchas dudas sembradas en su interior, la mirada de él que había sido su Omega se iluminó con tan solo verlo.

— ¿Y él quien es? —preguntó con recelo mientras lo veía cuando cruzados.

A pesar de saber que tenía que irse de ahí para seguir ayudando, algo no lo dejaba.

—Ah... Mi hijo, nada que te importe. —contestó con naturalidad y sin esfuerzo de ocultarlo, seguía caminando a pesar de que el otro se había quedado parado.

Lo dejó ahí, estático, justo como cuando Enji lo había dejado a él, y ni siquiera Lo noto, porque estaba más preocupado por su familia, por revisar si no estaba herido.

—Él... Él no-

Por primera vez en su vida en ese número dos empezó con tartamudeos y dudas, las cuales entendía el menor, a la perfección.

—Saca tus propias conclusiones, Endeavor. —respondió dándole una sonrisa falsa.

Le dio la espalda y fue caminando hacia su niño, que lo veía preocupado por él, es momento sorprendido por verlo ahí, pues incluso él la había intentado encontrar una manera de llegar a casa con su padre, de saber que estaba bien, pero todo se había complicado.

— ¡Papá! —gritó abriendo los brazos para abrazarlo.

______ abrazo con fuerza y luego de separarse estamos a nuestros entre sus manos, revisando cada detalles de su rostro, con una preocupación enorme.

—Mi niño... ¿Estás bien? ¿Cómo te sientes? ¿Te hicieron algo?

Mientras que a lo lejos, el pelirrojo admiraba aquella belleza que perdió, pues aún recordaba esos gestos, habían pasado tantos años que se había visto incapaz de olvidar el primer amor de su vida, _____, el mejor mega que había conocido en sus años, la persona que se había arrepentido de dejar, una y otra vez...

Y luego de tantas oposiciones y de tanto reconocimiento, todavía notado que lo había perdido todo, incluso sus hijos, lo odiaban, y su otro hijo ni siquiera lo conocía...

_____Lo miró de reojo, esperando que se marchara, pues está más seguro que él había notado cuan fuerte es, un buen Omega.

Pero no su Omega.










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