Unos días después de los terribles acontecimientos que habían destrozado la relación romántica de Riley y Lucas, Destiny acababa de regresar a la escuela de una terrible enfermedad. Solo ella pensó que era "una enfermedad terrible". En realidad, solo había tenido malestar estomacal, pero su padre había insistido en que se quedara en casa y descansara. Y tenía razón. A veces, tenías que quedarte en casa y ponerte al día con cosas, como el destino y las cartas al destino. Había estado descuidando la escritura durante un tiempo. ¿Cómo iba a convertirse en escritora si no practicaba la escritura a diario? 500 palabras al día formaban un capítulo, también lo era la fórmula que había aprendido.

Sin embargo, temía volver a la escuela. No podía soportar las miradas que sabía que iba a recibir de Riley y la pandilla. Probablemente todo el mundo la odiaba. Los Reyes de John Quincy Adams posiblemente podrían poner a todos los demás en su contra.

Los reyes de John Quincy Adams.

Odiaba ese apodo que sus compañeros de clase le habían dado a Riley y al resto. Sonaba demasiado poderoso. La hacía sentir aún más intimidada por su compañía.

Destiny casi había llegado a la escuela, con los auriculares en los oídos. Había planeado sentarse sola con su música, o con Sarah si estaba en la escuela. No quería que nadie la molestara más y Sarah era la única excepción.

Cuando ingresó a la escuela que actualmente odiaba, se preparó para lo peor: personas que la señalaban y gritaban insultos en la cabeza o se reían a carcajadas.

En cambio ... nada. Sin reír. Sin miradas.

¿Qué pasa con el segundo piso, donde estaban la mayoría de sus clases?

Nada de nuevo.

Todo parecía normal. Los estudiantes estaban hablando entre ellos. Destiny pudo distinguir las palabras "conducción" y "cursos". Eso estuvo bien. La mayoría de los estudiantes de segundo año ya estaban aprendiendo a conducir. Destiny, sin embargo, no estaba demasiado preocupada. Iba a cumplir dieciséis años a finales del verano, así que no tenía prisa por aprobar los exámenes o prepararse para ellos. Tampoco la presión de su padre. Lo había conseguido el verano antes de la universidad, le había dicho.

Destiny tuvo que parpadear un par de veces antes de darse cuenta de dónde estaba. Para ella, la escuela, por ahora, parecía una especie de surrealidad, como un sueño.

Un cierto grupo de personas tuvo que traerla de regreso al día de hoy. Riley y su "pandilla" se acercaron a ella, haciéndola tragar saliva, sintiendo que se formaba el sudor.

"Tienes que venir con nosotros después de la escuela. Es muy importante", declaró el líder, antes de sonreír, como si eso aliviaría la tensión que sentía Destiny y se fue a clase con el resto del grupo.

Destiny se recordó a sí misma que debía cambiar su horario.

Hola, pueden porfavor votar y comentar seria de mucha ayuda