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Una boca menos, una perdida más.

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Carl Grimes

Un ambiente lleno de silencio y aislamiento, de lágrimas y tristeza alrededor. Era un caos los días que estábamos viviendo, como perdimos a tres en menos de un mes, fue doloroso y agotador. Sentía mi piel pegajosa aunque no hubiera sol, la calor estaba siendo abrumadora y además lo único que podíamos hacer bien sin tener que perder a alguien, era caminar. Las provisiones se nos acababan poco a poco y las bocas que habían que alimentar eran muchas en este grupo, y mucho más cuando alguien comía por dos. El vientre de Natasha desde mi punto de vista se veía espectacular, era una experiencia increíble como si estuviera volviendo al tiempo en donde mamá tenía esa norma barriga. Todos la cuidábamos y nos empeñábamos en querer darle comida demás para que su bebé estuviera sano, pero ella se negaba, con tal de que ella comiera la misma cantidad que los demás ya que no lo veía justo aunque debiera comer por dos.

No se encontraba tan lejos de mi, a veces Camila deseaba estar a su lado para charlar un poco y eso me hacía estar cerca de ella. Llevaba días quejándose de un dolor en el vientre, pero nos manteníamos alertados por si se daba la oportunidad de que debiera dar a luz. Papá estaba empeñado en seguir caminando al norte, ver qué encontrábamos, pero no nos podíamos mantener en las calles o bosques tanto tiempo. Se nos veía el cansancio y el dolor ante tanta tristeza que nos acompañaba en los días. Maggie no paraba de sentirme entristecida, cuando nos deteníamos ella aprovechaba para irse a llorar. En cambio Sasha, ella parecía no quería derramar una lágrima ni por la muerte de Bob, ni por la de su hermano. Fue algo impactante, ver el cuerpo de mi amigo tirado en el suelo, con su brazo cortado y lleno de sangre... lo más doloroso, él sin vida. Quede entristecido, él había estado a cargo de mi hermana mucho tiempo. Cuando la creí muerta, él la cuidaba junto a Carol y me dolió nunca agradecerle. Detrás de mi empezaba a escuchar uno que otro murmuró, reconocía su voz, y ella últimamente empezaba a sentirse cómoda con nosotros ya que mostraba la confianza de charlar con todos, sin sentirse llena de timidez.

—Relájate, estás hablando conmigo, no con cualquier persona.—sabía que Aliana mantenía una conversación con Jayden, pero me mantuve delante de ellos, con la mano de Camila entrelazada en la mía.

—Es que no lo estás comprendiendo, debemos detenernos, descansar.—Jayden respondió el comentario que Aliana le había dicho, mientras que a mi lado, los castaños ojos color miel de Camila me observaron. Sus ojos, cambiaban de color, era lo más grandioso que ella mantenía. Le sonreí.

—Jay, ya nos detuvimos. Ya descansamos, ahora debemos caminar otra vez. Somos resistentes a esto, hemos caminado más y lo sabes.—volvió a decirle ella, sonando algo molesta.

—Aliana, detenernos para buscar a tu hermano, para inspeccionar el área, ¿acaso has pensamos en eso?—por instinto, delante de mi, papá giro su cabeza y su talón se detuvo, mirando hacia atrás y los demás, parecieron también detenerse.—Debemos buscar a tu hermano, mantenerlo estable con nosotros, ni siquiera has pensado en eso. Llevamos días alejándonos del lugar en donde lo perdimos.—la voz de Jayden se escucho alto, ellos estaban un poco más atrás, pero todos se detuvieron, observando.

—Necesitamos seguir, debemos encontrar algo. Un refugio, Natasha está apunto de dar a luz y no voy a dejar que sea aquí afuera. Él lo entendería, ¿por qué tú no? Necesitamos estabilidad—hablo ella, cómo si estuviera agotada de seguir explicándole algo que le dolía.

—¿Estabilidad Aliana? ¿Es una broma?—pregunto sarcástico, mientras que por mi lado, pasó Natasha, con un rostro lleno de fulminación.—¿Estables con estas personas? Ha pasado menos de dos meses que hemos estado con ellos y perdieron a tres de sus personas, ¿eso le llamas estabilidad?—le pregunto, el ambiente se puso tenso ante su último comentario, algo incómodo para quienes habían sufrido las pérdidas.

—Tú no estabas ahí para ver cómo murieron, no quieras echarle la culpa a personas ajenas, es lo qué pasó, y nadie lo puede cambiar.—respondió ella, observándolo, estaba molesta.

—¿Qué vamos esperar? Seguir días caminando, viendo como los días pasan, como las provisiones se nos acaban. Viendo como tú hermana se sigue quejando, ella debe descansar. Viendo también cómo seguimos el paso a estas personas inestables, nosotros teníamos un plan antes de encontrarlos y perdimos a tu hermano. Ni siquiera te importa.—le dijo él, con un tono de voz intimidante, él la quería intimidar.

—Una cosa es que quieras irte a buscar realmente a mi hermano, y otra cosa muy diferente es que lo uses de excusa para querer irte.—la mayor de esas personas hablo, fulminante, interrumpiéndolos; lo que a Aliana no le había agradado en lo absoluto.—Vamos a seguir, con Rick, estamos bien aquí. Estamos con comodidad, protección, seguridad.—le explico ella.

—¿Seguridad? Hemos arriesgado nuestras vidas en estas últimas semanas, has arriesgado tu vida ¿a eso le llamas seguridad?—le respondió Jayden, molesto.

—Al menos no estábamos siendo cuatro allá afuera solos, sin tantas municiones y provisiones. Tenemos seguridad, somos más y es cómodo esté en un grupo, nuevamente.—esto era una guerra de dame y te doy, mientras que los del grupo intentaban de fijarse en algo más pero era inevitable.

—Cuanto te apuesto que ese bebé no te llega vivo de aquí a unas semanas, ni siquiera lo has sentido. Te dije que permaneciéramos estables en la cabaña que encontramos y no quisiste.—Jayden señaló a Natasha, incomodando a Aliana quien se interpuso en su señale.—¿Crees que a él le preocupa que tu bebé esté sano?—esta vez dirigió su señal a mi papá, mientras que deje ver mi incomodidad y me removí, siendo sostenido por Camila quien me aguanto.

—Si tienes tanto problema, vete.—ella sonó con firmeza, pero fue una palabra muy fuerte que incluso se pudo sentir, se pudo sentir lo difícil que se le hizo decir eso. La expresión de Jayden dejó mucho que decir, expresó lo decepcionado que estaba, y este asintió.

—Prefiero eso que quedarme a ver cómo olvidas a tu hermano, ver cómo luego lloras arrepentida diciéndome que tuve la razón. Prefiero eso mil veces antes en ver cómo todos ellos siguen muriendo hasta que les toque a ustedes, prefiero eso antes que ver cómo te enamoras de este.—molesto dirigió su mirada a mi, me sentí incomodo, tanto al ver cómo todos escucharon esas palabras con claridad, fueron las únicas que dijo con lentitud.

—Deja de hablar estupideces.—río Aliana ante la respuesta que Jayden le había dado, mientras que este solo asintió.

—No habló estupideces, hablo la verdad. Presencie como tú hermana parecía querer a Connor, pero así terminar enamorándose de mi hermano y trayendo un hijo de él al mundo, no lo voy a presenciar contigo.—hablo, dandole la espalda a Aliana, mientras que esta pareció tensa y se le adelantó.

—Deja que se vaya.—le dijo Natasha, quien observaba el ambiente tenso.—¡Además ame a tu hermano como nunca nadie había amado! Y el hecho de que no demuestre que me dolió su muerte no significa que no lo haya amado.—la voz rota de Natasha se escucho alto, mostrando un gemido y viendo como ella llevo su mano a su vientre, quejándose a lo que yo, lleve mis manos a sus brazos sosteniéndola, mientras que Carol la acudía.

—Oye, oye, espera Jayden, por favor.—la escena todavía se mostraba, aunque la incomodidad que sentí minutos antes ya no estaba, no quería presenciar esta escena de ambos; por algún razón desconocida.

—El amor que siento por ti es mucho más del que me tienes a mi, ni siquiera te importa que quiera irme, lo sabes.—dijo, en un tono bajo que fue difícil escuchar pero fue fácil descifrarlo.—Y te juro, que te arrepentirás de todo esto, de no haber buscado a tu hermano conmigo... de no haberte quedado conmigo.—Jayden parecía estar lloroso, pero mostraba furia.

—Jayden...

—Veremos quien estará de rodillas ante quien llena de arrepentimiento.—fue lo que dijo Jayden en voz alta, alejándose de Aliana mientras que le daba la espalda.

Ella pareció quedarse como estatua, pues lo llamaba reclamándole que volviera a donde nosotros estábamos detenidos. No podía creer que él en serio quisiera marcharse y creo que para ella había sido lo suficientemente doloroso. Pues vi cómo siguió llamándolo para que se detuviera, pero Jayden tan solo siguió su camino con su mochila y municiones en mano, sin importar que Aliana estuviera ahí en un estado de shock. Vi como luego de esto ella empezó a reírse, como si no pudiera creerlo, sabía cómo lo estaba sobrellevando y realmente fue una sensación extrañar ver cómo ella demostró sus sentimientos. Sus lágrimas salieron de sus ojos, eran tantas y su rostro se enrojeció con suma rapidez.

—Aliana, vámonos.—Natasha se le acercó, tocando su honro pero vimos cómo con brusquedad esta se removió.

—No seas tan egoísta y al menos déjame llorar con tranquilidad, que nadie te lo ha impedido cuando te sientes mal.—pidió Aliana, mirando a su hermana con fulminación, a lo que todos se sintieron llenos de incomodidad.

—Rick, andando.—le pidió Natasha, mientras que Aliana abrió sus ojos llorosos como platos y miró a su hermana llena de molestia ante eso. Papá me observo, como si no subiera qué hacer y es que yo tampoco sabía que hacer en este caso.

—Podemos detenernos, podemos ir tras de él.—sugirió papá, pero Natasha se mostró en negación y su hermana continuó sollozando, pero riéndose con sarcasmo mientras que sus lágrimas se reflejaban.

—Rick, vámonos, por favor.—pidió Natasha, alejándose de Aliana para emprender caminata, adelantándose... a lo qué papá no le quedó obligación.

Cogió su mochila que estaba en el suelo y se la llevo a la espalda, sin importar que todos la estuviera observando y con lágrimas en los ojos ella tan solo le pidió a mi papá que continuáramos. Vi la expresión confusa y entristecida de mi papá, pero lo único que hizo fue seguir, mostrando firmeza ante la decisión de ella aunque viera cómo le doliera. El drama se había acabado, y nos habíamos puesto en marcha. Aunque el paso de ella se llenó de lentitud y yo logré pasarle. A mi lado, Camila la observo y sentí como ella me apretó la mano, como si quisiera que me aferrara a ella. Tan solo deje de observar a Camila y quede observando el rostro húmedo de Aliana, no la observe a ella, bueno... había mirado tan solo porque Maggie disminuyó su paso para acercársele y pareció acariciarle el cabello. No quería caminar, yo realmente quería detenerme y calmar un poco el ambiente lleno de tensión... de muchos sentimientos. El cielo se tornó de un gris oscuro y todos parecieron ponerse en sincronización con el ambiente. Callados y entristecidos, como si la situación les hubiera hecho sentirse mal y recordar cuantas veces tuvieron que dejar ir a muchas personas que les importaban.

Obtuve también en mantenerme en mi área, lleno de seriedad y cansancio mientras que los brazos de Michonne decidieron, que era hora de que Judith volviera a años brazos. Decidí coger a mi hermana, acurrucándola para que estuviera cómoda y luego no estuviera removiéndose, causándome calambre en los brazos. Camila soltó mi mano, giré mi vista observando su incomodidad hacia mí lo que no le di importancia, soné egoísta pero si algo debía admitir es que mi amor por ella no era tan grande para expresarle cuanto la amaba. Deje de observarla, escuchando a papá hablar por el walkie-talkie, y sabía que con quien hablaba era con Daryl Dixon, quien estaba más adelantado que nosotros adentro en el bosque, pero tan solo apareció detrás de unas ramas con otro walkie-talkie en manos. Papá se adelantó con Daryl y supuse que sería para hablar de lo sucedido con Jayden, quien se había ido y realmente nadie supo lo que debíamos hacer en ese instante. Han pasado tantas situaciones que ni siquiera sabíamos si seguirlo o dejarlo ir... tomamos la última opción.

—¿Sentiste eso?—gire mi vista a Rosita a mi lado, no entendí a qué se refería, no había sentido nada pero me pareció razón para alertarme.—Son gotas de agua.—ella miró al cielo gris, hasta que yo también pude sentir gotas frías en mi piel.

—Rick.—delante de mi, todos se detuvieron, viendo así las botellas de agua... completamente nuevas y como si estuviesen en buen estado, como si nadie nunca las hubiese tocado.—Tiene una nota.—es lo primero que le dice Carol a él, a papá quien no tardo en coger la nota que había aún lado de las botellas.

"De un amigo".—susurro papá, estrujando la nota y dejándola caer en el suelo, observando el abandonado lugar. Sentí más gotas llenas de frialdad en mi piel, haciendo que mis vellos se erizaran como gallina a e el frío.

—No sabemos si es una trampa... —habló Abraham con fulminación, molesto ante tener que arrebatarle la botella de agua a Eugene, dejándola caer en el suelo y desperdiciando todo.

Lleve mi vista al nublado cielo, al seguir sintiendo más gotas... muchas más, hasta que pude decir que estaba lloviendo. Empecé a sentir mi cuerpo húmedo al igual que todos, llenos de asombro... al presenciar nuevamente la lluvia ante terrible calor. Aún lado de mi, Camila le puso por encima a mi pequeña hermana una cobija vino, para que el agua no fuese capaz de enfermarla. Muchos vieron este evento como felicidad y otros, como solo algo normal. Mientras que el agua nos caía encima, Rosita y Tara disfrutaban sin duda alguna en el suelo mojado, las gotas de agua caían encima de ellas. Mientras que otros, como Maggie, solo presenciaban el acto lleno de amargura. Papá sonrió, mirándome a mi, mientras que intentaba de coger esas gotas de agua en mi boca y cesar mi sed. A mi lado, el cabello castaño claro de Camila ya estaba empapado y su rostro mantenía esa felicidad mientras que veíamos a unas chicas en el suelo todas mojadas y sonrientes. Delante de mi, Sasha y Noah se encontraban solo llenando botellas, llenos de seriedad al igual que Gabriel... quien no hablaba en todo el camino. Intentaba de cubrir a mi hermana con la pequeña cobija que Camila le había dado, aunque fue algo sorpréndete para mi, pues Aliana se quitó su chaqueta y se la puso por encima a mi hermana. Mire directamente sus verdosos ojos y ella estaba empapada, también se mantenía seria.

Tan solo le asentí con la cabeza y no dije más, viendo cómo le echaron agua por encima, más de la que tenía. Glenn Rhee, el más optimista de todos nosotros quiso alegrarle a la chica el ambiente, al igual que Michonne lo intentaba con los demás, parecía funcionar... un poco. Aliana mostró una sonrisa de agradecimiento, pero más una gran carcajada cuando Rosita hizo que se resbalara cayendo en el suelo mojados como ellas lo estaban. Aliana pareció sorprendida, su rostro lo dejaba ver, estaba sorprendida de que Rosita haya querido que compartiera con ella. Las chicas tan solo se acostaron y siguieron disfrutando del agua que caía, aunque los demás estaban llenos de seriedad y llenaban botellas, el ambiente no estaba tan tenso para los que mantenían un poco de felicidad, hasta que rayos nos alertaron y obligaron a que la poca felicidad se esfumara. Pues desde nuestro punto se podía descifrar que lo que se nos acercaba era una gran y espantosa tormenta, solo me quedó observar el rostro de papá para luego escuchar el plan que Daryl Dixon comentó.

• • •

—Aún estoy algo mojada... creo que tomaré un resfrío.—Camila estaba delante de mi, sentados en aquel suelo de aquella granja en donde nos ubicamos para pasar la tormenta, una que Daryl había encontrado cuando se nos adelantó; era cómoda y estaba amplia para todos.

—Espero que Judith esté intacta de eso.—le respondí a mi novia, algo cortante, mientras que ambos velábamos el sueño de Judith, aunque delante de nosotros se encontraba una fogata rodeada de adultos quienes charlaban.—Deberías ir a descansar ya.—le dije.

—¿Por qué?—pregunto, observándome, mientras que su cabello parecía aún húmedo.

—Solo quiero que descanses un poco.—comente, mientras que ella se negó delante de mi y pareció molesta, me confundí... no había dicho nada que pudiera incomodarle.

—Está todo tenso, ¿no?–dijo, a lo que quede realmente muchísimo más confundido.—Me refiero a que se siente incomodo que ambos compartamos luego de lo que Jayden ha estado insinuando desde que llegaron.—susurro, observándome.

—¿Que insinuó él?–sabía de lo que ella hablaba, pero intentaba de hacerlo cortante y confuso para que ella no continuara, no quería llegar a un tema en donde ni siquiera yo mismo sabía que me estaba sucediendo ante la presencia de Aliana.

—Vamos, estamos grandes Carl, ya no estamos en la prisión. Sabes que estás aislado de mí desde que ella llegó, es tan extraño, estás actuando tan raro. Veo cómo la observas, veo cómo pareces querer protegerla.—empezó a insinuar, haciéndome sentir incomodo.

—¿En serio quieres tocar un tema en donde no habrá salida?—pregunté, a lo que ella negó, sabiendo que al final de la conversación terminaría teniendo razón, también lo negó ante ambos presenciar cómo Aliana pasó delante de nosotros, aunque me tomó por sorpresa lo que Camila hizo; no quise haberla avergonzado y seguí el paso.

—Ey, tórtolos, aquí no.—la voz de Abraham logro salvarme, pues los labios de Camila alcanzaron los míos y fue razón para mirarla con molestia, pues supe sus intenciones.

—Ve a descansar... —le susurre, mirando detrás de nosotros como Aliana estaba sentada aislada y parecía observarnos, aunque al momento de conectar con mi mirada, cortó el contacto visual.

Camila pareció molesta y ella tan solo se levantó, pues yo estaría encargado de querer dormir con mi hermana o al menos velar su sueño, hasta que amaneciera. Mientras que me levante para sacudirme, pude ver a Camila recostarse aún lado de Carol, quien también dormía. Solo le dije que descansara, no la había rechazado de que durmiera junto a mi, pero no había quien entendiera a las mujeres. Me sentí lleno de confusión, decidí recostarme aún lado de mi hermana en aquel suelo con heno. Sentí total confusión, sin saber cómo me sentía hacia los sentimientos de Camila, era claro que el cariño estaba pero no era suficiente para amarla. Era mi pareja y la conocía desde la prisión, ambos nos ayudamos a salir cuando el caos desató, ambos nos consolamos al perderlo todo y eso nos unió, pero mi amor por ella no era tan fuerte; sólo era un simple cariño, y me dolía expresarme así porque ella es realmente buena. Sentí una conexión con Aliana en ese instante, recordando las palabras de Jayden hacia ella... el amor de ella por el no era tan fuerte y eso era lo que me estaba matando por dentro.

Era como un tipo de atracción, como si me interesara conocer a Aliana, como si me llamara la atención. Tenía unos ojos Tan grandes y verdosos que parecían esconder muchas historias que la hacían ser cortante, pero ver cómo ella empezaba a soltarse y acoplarse era cómodo... era como si estuviese dejando ver la verdadera ella. Mire al área en donde elle estaba sentada, pero en estos instantes ya se encontraba recostada, aislada de todos. Suponía que aún debía estar dolida por lo ocurrido con Jayden, más la situación en la que se encontraba por aun la desaparición de su hermano. Mi opinión personal era que Nate no lo había logrado, realmente no quería subestimarlo, se veía observador y un buen sobreviviente... pero no creo que haya podido aguantarlo más. Mantuve mi vista pegada al área en donde Aliana estaba establecida, con un inmenso silencio y poca iluminación ante la fogata apagada. Intentando de cerrar mis ojos, aunque el ruido de la lluvia y los relámpagos no podían dejarme.

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