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Freddy olía el aire abrumador entre ellos, su semblante mostró nerviosismo y angustia. Carraspeó sonriente, atrayendo la atención de todos a él. Se levantó de su asiento, hablando con paciencia:

"¡E...es verdad, jeje! No se preocupen, los accidentes pasan, ¿no?" Se colocó en medio de los dos Alfas sentados, y con sus morenas manos peinó con dulzura los cabellos rubios y pelirrojos al mismo tiempo, llegando a acariciar sus nucas levemente.

Ah, era la técnica que siempre funcionaba. Los mimos de Freddy en el cabello debilitaban igual que un sedante, y de vez en cuando lo usaba a su favor con tal de calmar las aguas sigilosamente.

Sus ojos azules observaron a Golden y Fox, parecían estar bajo el efecto de sus caricias, así que una risita se le escapó y retomó: "Quizá pase lo mismo en algún momento, quién sabe, pero solo hay que saber manejarlo mejor la próxima, así nadie saldrá herido." Sus caricias se detuvieron y para evitar percances, se sentó en medio de los dos Alfas, quienes rendidos ante la calma que esas manitos dieron, suspiraron, despejando su mente de cualquier enojo.

Ese Omega sí que sabía como domarlos.

Fox carraspeó y enderezó su compostura. "Bueno, ¿qué clase de medicina te dieron, eh?" Preguntó indiferente, esquivando el contacto visual, al igual que el rubio. "Bah, fueron las más baratas; no disimulan el aroma muy bien." Decía en respuesta.

La muchacha de largo cabello rubio, Joy, se mofó nerviosa ante el comentario, puesto que para ella, siendo Omega, bastante fácil le era comprobarlo a diferencia de los demás. "Me puedo dar cuenta, jejeje." Se excusó. La constante fragancia inusual de Golden no le causaba intimidación o atracción de ningún tipo (siendo este su propio primo), más bien le producía cierta incomodación que trataba disimular con una sencilla sonrisa por cortesía.

El rubio, en segundo plano, alzó una de sus cejas intrigado por las palabras de la chica, y ladeó la cabeza. Ninguno de los Alfas o Betas presentes lo había recalcado, excepto la Omega quien, lógica y seguramente percibía sus feromonas de diferente forma, lo que quiere decir...

"Si tu puedes...entonces, ¿Freddy también?"

La cuestión de Golden causó que ahora todos los ojos de la mesa se hundieran en alguien con cabello castaño y una mirada, ahora nerviosa.

Ugh, siempre tenían que jugar sucio con el pobre Freddy.

La voz ronca del Alfa retumbó el lugar de nuevo. "Dime, teddy. ¿Acaso huelo bien para ti?" Con cautela, arrimó su cuerpo al de Freddy, dándole ya muy poco espacio personal.

Freddy tenía más que pánico. ¿Qué clase de Alfa en celo se apegaría así? Eso era peligroso, pero a Golden no parecía importarle, además si algún accidente pasaba esta vez sí sería la culpa de él por andarse contradiciendo tanto. Primero necesitaba espacio y ahora lo esfumaba, quién le entienda.

"Y-yo qué sé. N...no deberías estar tan cerca mío, como tú dijiste..." El ojiazul agachó la cabeza, observando únicamente a abajo.

Claro que eran amigos, pero aún así por más de que le hubiera gustado decirle a los cuatro vientos «¡Sí, Golden!» «¡Seguro en estos días encantas a cualquier Omega si les seduces tan solo un poco! ¡Hasta yo caería!» No podía. Sonaría muy íntimo, en pleno lugar abierto y con gente.

"Eso probablemente fue un sí." Comentó Bon, el Beta de cabellos turquesa.

El Omega refunfuñó, ruborizándose por los latidos descontrolados de su corazón. "TÚ...tE...caLLAsS."

"Joe' macho, corta el rollo ya." El pelirrojo miró al ojigris indiferente, sin rabia de por medio. A decir verdad todo le daba igual. Luego volteó al grupo de nuevo. "Solo esperad el siguiente mes, por mis cojones que me enrollo con alguien. Yo huelo mucho mejor, tú mismo me lo dijiste." Su mirada repleta de orgullo se clavó en Freddy de repente, y este por obvias razones, entró en pánico de nuevo. Con tanta confianza que había tenido, y Fox viene a contarlo todo como noticia. Bueno, quizá no podía enojarse puesto que jamás le mencionó que era un tipo de secreto, pero tampoco se esperó que el Alfa suelte algo tan personal con excesiva serenidad.

"N....No." Flaqueó nervioso. "N-nO...nO, NO. No...yo... no dije eSO."

Nadie hacía caso al pequeño castaño, solo sorprendidos abrían sus bocas y alzaban sus cejas haciéndoles gracia el interesante dato. Si ya Freddy de por sí resultaba tímido, no se imaginaban por nada que le diría tal cosa y mucho menos a un Alfa.

Fox se mofó incrédulo. "Lo diste a entender." Sonrió, mordiendo el labio. "Jolines, que dijiste que olía a menta y li-" El castaño rápidamente se levantó y como si de imanes se tratasen, situó su mano en la cara del Alfa para que ojalá se calláse.

"¡JA-jA-jaA! ¡q-QuÉ cOSAS dICeS!"

Si algo sabía bien la mayoría en esa mesa, era como se notaba claramente que la pequeña declaración del pelirrojo era totalmente cierta, ya que pues, el  ojiazul no era el mejor actor que digamos.

Fred se levantó de su asiento, acercándose peligrosamente al moreno através de la mesa. "¡Vengaaa yaaa, dime cómo huelo yo también, ojos azules!" Insistía.

Oh, los Alfas que tanto estaban para ayudar en situaciones, solo la empeoraban, haciendo más drama. Entonces ahí se encontraba el Omega, titubeando palabras irrelevantes y con sus mejillas ruborizadas por ya no saber cómo controlar las actitudes vacilonas de los Alfas de su manada. Uno arrimándose, otro hablaba demás y el último insistía sin cesar. Se sentía cada vez más y más pequeño, más indefenso y con menos poder de manejar la situación. ¿Qué iba a hacer un pobre Omega?

"¡Oigan, ya compórtense!" De repente la voz firme (pero más que nada, con hartazgo) de Ann retumbó en el lugar a todo volumen. Esperó a que el trío de Alfas pose las miradas en ella, y una vez que lo hicieron ella retomó, cruzada de brazos:

"¡Son los tres Alfas más insoportables que he visto! ¡Paren de fastidiar al único Omega de la manada y actúen como tal!"

Freddy agachó la cabeza, encogiéndose en su asiento, mientras que Fred, Golden y Fox se reincorporaron con una actitud perpleja y en silencio total se quedaron.

Ann era una Beta, sí, pero conocía a su manada, y bastante respeto recibía al ser la única digna de detener el caos, o al menos intentar.

"Wow...¡Bueno, a eso le llamo yo «tener la armadura en la manada»!" Bon exclamó con una sonrisa sincera y dio un suspiro. Los ojos violetas de Ann se llenaron de orgullo, mientras respondía: "Pues, querido, supongo que...tengo años de experiencia." Se encogió de hombros y, simuló limpiarse las uñas con la prenda del colegio que portaba.

En menos de un segundo, un puchero en los labios rosados de Freddy apareció. Este alzó una ceja, sin poder levantar su mirada mucho, y se quejó:

"Solo...¡Solo tienes suerte porque tú y Bonnie nunca olfatean las feromonas que estos tres..." Hizo una pausa justo para señalar con rapidez a los chicos nombrados. "...desprenden todo el momento!"

Ahora que el resto lo analizaba, pues llevaba la razón. Con las feromonas de tres Alfas adolescentes (con temperamento bastante difícil) agobiándote cada dos por tres, no se hacía tan fácil controlar las cosas.

Bonnie, el Beta con lentes que tan invisible había estado en la mesa y apenas se dio a notar con su voz neutra, opinó: "Je, concuerdo con eso. Por esa razón es crucial utilizar nuestra incapacidad y poca presión que la sociedad nos pone para una buena causa, supongo."

"Wow..." Joy suspiró, viendo a Bonnie al igual que los demás. Sus ojos celestes brillaron mientras entablaba: "Eso fue...tan poético."

"Correción...no fue poético, fue analítico."

"¡Aún así fue poético!" Insistió sonriente, ingiriendo unas cuantas gomitas de colores.

Bueno, efectivamente ese muchacho no hablaba siempre, pero cuando lo hacía, brindaba algo que en realidad aportaba en el tema de conversa.

Fox acomodó su cabellos rojos sentado vulgarmente, y se burló: "Ja, bueno, tiene razón el tío. A diferencia del creído..." decía, haciendo referencia a Fred. "Nunca se me ocurrió eso de controlar las feromonas...Y por lo que veo al brillitos tampoco."

Golden se sobresaltó levemente, y tan rápido como su cortesía se había desvanecido, contestó: "¡Cállate la puta boca! ¡Yo hago todo lo maldito posible para... que Freddy..." Al observar al moreno, podía notar como este tomó una actitud nerviosa ante el tono de voz que estaba utilizando.

Vaya, sí que se estaba contradiciendo otra vez. Su cuerpo volvió a desprender feromonas intensas y agobiantes debido a su enojo. No era como si jamás podría enfadarse, claro que se le permitía, siempre y cuando retenga sus feromonas para la comodidad de los demás a su al rededor, cosa que debía empezar a aprender.

El rubio respiró profundo, encontrando la paciencia que para nada tenía cuando hablaba con Fox, solo para continuar:
"Para que Freddy no sea afectado." Le dedicó una sonrisa ladeada al castaño y este sonriendo, solo suspiró hondo.

Lo que más le importaba al ese Omega ojiazul era eso. La intención. Que se preocupaban por él y pensaban en su comodidad, aunque igualmente debido a las hormonas locas resultaba complicado para esos Alfas no discutir y siempre querer llevar la razón. No aguantaban mucho sin quejarse de hasta la respiración del otro. Y el castaño ya creía verlo venir, lo cual comprobó tras la voz de Golden quejándose:

"Pero es puto duro mantener calma cuando estos dos Alfas idiotas joden en tu celo."

Fred rodó los ojos. "Coño, aquí vamos de nuevo."

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