"no dejes que nadie te trate como basura"

Las palabras de Akashi le interrumpían en su pensamiento día a día, la que ahora era su madre solo la había visto un par de veces después de clases, al parecer era una mujer proveniente de una familia muy influyente y eso le hacia estar ocupada. 

Kuroko y su "madre" se negaron a cambiar ese apellido suyo por el de aquella mujer.

Akashi Sayuri, hermana del padre de Akashi y ahora madre de Kuroko.

El peliceleste se había recuperado de sus heridas pasada una semana, su padre siempre parecía saber de los problemas que enfrentaría si sabían lo que hacia con su hijo por lo cual siempre lo golpeaba en lugares difíciles de ver a simple vista, llegó a aquel departamento que ahora era su casa.

-ya llegue-anunció dejando su mochila y sus zapatos sin esperar que nadie contestara

La mujer salio desde el final del pasillo mirándole con desprecio, kuroko se sorprendió al verla en casa.

-ven, hice de comer-dijo la mujer con una fría voz y una sonrisa que no daba nada de confianza

-mmm...claro-contesto el peliazul quitándose los zapatos y dirigiéndose hacia donde estaba la cocina, al llegar vio un plato con curry y arroz y una taza de té al lado.

-come-la sonrisa de la mujer y su mirada se posaba sobre kuroko el cual sin tener otra opción decidió comer aquel platillo, después de todo la de ahora seria su madre y no quería que esa comida se desperdiciara.

Kuroko tomo una cucharada después de agradecer la comida y la llevo a su boca, la comida no era la mejor pero era buena.

-sabes niño-la mujer se acerco a kuroko por detrás abrazando su espalda-yo odiaba a tu madre, era hermosa y popular con los chicos en la escuela, a mi nunca me tomaron en cuenta y menos en mi familia al ser adoptada, pero..-La mujer se acerco al oído de kuroko abrazándolo-siempre quise que aquella mujer muriera, así que pensé que quitarle a su esposo era la mejor idea, pero me equivoque, aquel estúpido hombre la amaba tanto para no abandonarla!!-

Kuroko dejo la comida, veía a sayuri atentamente, desde hace tiempo que había aprendido que el ser una sombra en este mundo era mejor, para que las personas que le odiaban no le vieran, pero desde la copa de invierno que ese sentimiento se comenzó a desvanecer.

-me disculpa, mañana tengo clases y tengo una reunión-kuroko se puso de pie zafándose de su madrastra, aquella mujer de cabello negro con ojos rojos tomo la mano de kuroko antes de que se alejara apretándola con fuerza.

-escucha pequeño bastardo!! si no hubiera sido por ti, yo abría podido destrozar a tu madre, romperla por completo hasta que deseara la muerte, pero entonces llego un niño que unió más a esa horrenda familia!!-kuroko miraba sorprendido a aquella mujer, parecía como si se estuviera volviendo loca

-¿entonces es mi culpa?-el peliceleste le miro con indiferencia, su mano le dolía pero intentaba no demostrarlo

-si es tu culpa!!-grito molesta sayuri apretando más la mano de kuroko-pero...comencé a ponerle algo de veneno a su alcohol, comenzó a enloquecer hasta que un día al fin murió por tanto, solo bastaba una pequeña dosis para matarlo poco a poco-la mujer mostraba una sonrisa maniática, pero a kuroko no parecía cambiarle la expresión

-perdóneme, pero no logro sentir dolor por lo que ha hecho, solo me siento molesto por saber que separo a mi familia, pero...algo dentro de mi no logra sentir dolor-kuroko volteo la mirada perdiéndose en sus pensamientos 

¿acaso no sentir dolor por aquellos seres queridos que has perdido te hace inhumano?quizás esa pequeña parte humana se había perdido dentro suyo o se había encerrado para no sufrir

-ah si? no sientes dolor?-el mujer tiro de espaldas a kuroko al suelo aun sujetándole la mano-esto es ser humano, idiota!!-

La mujer piso el codo de kuroko, su brazo estaba doblado de una manera no natural haciendo que el pisotón le rompiera el brazo, un leve quejido provino de kuroko para que después perdiera la conciencia de aquel fuerte dolor que sintió.

"quizás..no soy un humano normal, akashi-kun, tu tampoco lo eres ¿verdad? eso me hace igual a ti, lamento dejar que me traten así, seguramente te molestaras mañana que me veas, perdóname por..."