En el camino de el sitio donde le había casi besado hasta su extensa habitación sentía mariposas en el estómago. No debería hacer esto , pero lo necesito.

Abrió la puerta con cuidado y la cerró. Su habitación era tal y como me la imaginaba: grande , con las cortinas azules y una cama pequeña. Se notaba que no estaba hecha a su gusto, pero que mas daba si solo la iba a utilizar en verano. En cuanto cierra la puerta se dirige despacio hacia mi

- Te he echado mucho de menos , Sandra- me dijo

Asentí y me aproximé mas a él. Sus dos manos se agarraban a mis caderas y yo con mis dos pequeñas manos lo cogía de la nuca. Lo necesitaba. Después de todo nuestra pasión esta intacta

-He estado esperando esto tanto tiempo....- me dijo el haciendo que metiese una de mis rodillas en su entrepierna mientras me acercaba mas a él, dejando así unos centímetros de distancia entre nuestras bocas. Su boca se junto con la mía . Mis manos empujaban aun mas su nuca , con la intención de atraerlo mas hacia mi. Tropecé con el lado de la pequeña cama y nos dejamos caer en ella. Esta vez quería llevar yo el control. Me subí encima de él y lo besé apasionadamente. Se levantó ligeramente , y continuo besandome mientras mis caderas se balanceaban sobre su regazo. Me quito el top crop dejando un sujetador de encaje blanco al descubierto

-Joder...-decía mientras se fijaba en la tela que lo transparentaba casi todo

Yo le quité la camiseta y me quedé embobada en su torso marcado. Había estado haciendo mucho deporte. Lo noto. Se baja los pantalones dejándolos caer en el suelo y quedandose solo con el bóxer. Metió su gran mano en mi falda tocándome así el culo. En una hábil movimiento se deshizo de ella.

-¿Puedo...?- me dijo señalando a los corchetes del sujetador.

Asentí y sus largas y grandes manos se desacieron del sujetador , dejando mis pechos al aire. Su bóxer se elevaba cada vez mas en forma de tienda de campaña. Continué besándolo mientras su manos agarraban mis pequeños pechos y los masajeaba. Abrió el cajón de la mesita y sacó un envoltorio metalico, el cual rompio con los dientes y se puso el condon. Sus manos viajaron hasta mi sexto y se deshizo de las bragas.

Me penetró despacio y un gemido de alivio escapó de nuestros labios al unisono . Movía las caderas en circulos, tortulandolo. Me cogió de las caderas y me paró . Me agarró rodeandome con sus brazos y salió y entro de mi varias veces hasta que los dos nos corrimos juntos. Me tumbé al lado suya con la cabeza en su pecho, sus dedos fueron a mi frente apartandome un mechon rebelde y con ese cariñoso gesto me quedé dormida